La consellera de Salut, Patricia Gómez, ha manifestado en el Parlament balear que el parking del hospital Can Misses será gratuito esta legislatura (largo me lo fiais), pero, mientras tanto, el precio ya se ha rebajado en un 24 por ciento en el hospital Son Espases de Palma. En Eivissa, ya ven, según la misma consellera, no se ha alcanzado ningún acuerdo con la concesionaria. Por lo visto, los ibicencos deberán esperar varios años más. Es lo de siempre: en Mallorca llevan a la práctica un viejo y conocido refrán: “primero yo, después yo y al final yo”. Y es así (siempre ha sido del mismo modo) porque los partidos políticos de Eivissa, de Menorca y de Formentera están sujetos a una disciplina férrea que los tiene atados y bien atados. Si en el Parlament los escaños fueran ocupados por representantes de las islas, en lugar de hacerlo por partidos, el cuento se podría acabar. Entiendo que planteo un tema muy difícil, casi imposible, pero sería la única manera de que Mallorca financiara lo que verdaderamente le corresponde, y me refiero a todas cosas que ellos disfrutan, entre ellas, por ejemplo, una red ferroviaria con buenos trenes, la Orquesta Sinfónica de Balears (prácticamente desconocida en nuestra geografía) y bien pronto un nuevo y flamante Auditorio en Palma. En pocas palabras, la situación que tenemos en la Comunitat Autònoma de les Illes Balears es muy parecida a la que teníamos en los tiempos de la Diputación Provincial. Por añadidura, Mallorca ha sido y es reacia a traspasar competencias bien dotadas de recursos económicos. Con mencionar el tema de la competencia de la promoción turística basta y sobra. O sea, nuestra situación política es tan complicada, que la única solución viable (pienso) sería la de reclamar el estatus de nueva provincia para Eivissa y Formentera. En suma, conseguir la Comunitat Autònoma de les Illes Pitiüsses (CAIP).

En realidad, si algún día consiguiéramos formar nuestra CAIP, podríamos mejorar sensiblemente el problema de financiación autonómica, sobre teniendo en cuenta las aportaciones que hacen al Estado nuestras islas de Eivissa y Formentera. Nosotros necesitamos mejorar las comunicaciones aéreas con la Península y otros países europeos para que buena parte de la industria turística y la complementaria puedan mantenerse abiertas cuanto más tiempo mejor. El clima es muy bueno, la ‘Marca Ibiza’ tiene mucho prestigio y nuestra economía no puede permitirse el lujo de trabajar a pleno rendimiento solamente en los meses de verano.

Si logramos que nuestra isla sea limpia antes que ‘smart’, se puede planificar tener un turismo senior español y europeo. Ahora bien, nos lo hemos de procurar nosotros y no dependiendo para todo del Govern balear, que primero piensa mejorar Mallorca en todos los sentidos. Por último, pido al Consell Insular y a los ayuntamientos que hagan todo lo posible para mejorar las conexiones aéreas.