Año tras año el sonido y la letra vuelve a nuestras vidas desde principio de los ochenta. Les hablo del Vuelve a casa por Navidad, el anuncio de turrones El Almendro, considerado uno de los mejores eslóganes de la historia de la publicidad. Por estudios o trabajo, desde que cumplí los 18 he vivido siempre lejos del hogar donde crecí. Pero por estas fechas regreso para pasar al menos unos días con los míos. Este año, pese a las complicadas conexiones con la península, volveremos a casa.

Serán las primeras navidades de los cosinets Samuel, Jaume y Tonet. Por unas horas disfrutaremos del calor del llar familiar y daremos cuenta de las viandas eivissenques. Después de seis meses en la isla el balance es muy satisfactorio. Aterricé en este grupo/familia un 28 de junio y desde el primer día me sentí como en casa. Tras unos meses de idas y venidas desde Portinatx a Vila, la fortuna me cruzó con Mari Carmen y Pedro, una pareja entrañable que son algo más que mis caseros de Santa Gertrudis. También están Sandra y Roberto que son algo más que vecinos. De su mano me adentré en el mundo de la matança y sus frutos: l’arròs de matança, la frita, la sobrassada, la butifarra y la xulla. El vi pagés para acompañarlo y con la llegada de la navidad, sa salsa.

Aquí también me he sentido como en casa corriendo. En Benidorm y Valencia disfrutaba haciéndolo junto al mar, aquí sumé el plus del mar y montaña, descubriendo el trail. Las tiradas largas dan para mucho. Entablas conversaciones y estas llevan a amistades. Lo mejor de la cursa Patrimoni, conocer a Eugeni, Pedro, Norman, Juanvi, Juan, Maria, Irene, Inma o Arancha, ché quin mal de cames. Gracias a todos los que me hacen sentir como en casa. Para todos: Bon Nadal. Molts anys i bons.