Todo apunta a que en es Martell, que no Martillo, la suerte está echada. La Autoritat Portuaria de Balears (APB) ha comunicado ‘urbi et orbe’ que el lunes próximo comenzarán las obras de derribo de la actual estación marítima y que, al mismo tiempo, se iniciarán las obras de la nueva terminal. Tendrá menos metros cuadrados, menor altura y servirá para dar información puntual a las embarcaciones que atraquen en nuestros muelles. Y se espera que las obras estén terminadas antes del verano, lo cual es un notición. Alégrense los políticos municipales de que se resuelva el problema planteado ya que así podrán dedicarse con más ahínco a otros menesteres. Y como nadie lo ha dicho, me pregunto si en la nueva terminal habrá servicios públicos (W.C.) para los residentes y los visitantes, aunque sólo sea para no molestar a los bares ubicados en la zona portuaria. Y permítanme que reclame una vez más que en el puerto de Eivissa se hagan cumplir las ordenanzas municipales que regulan los horarios, los aforos y los volúmenes musicales de los establecimientos de ocio. Vivir para ver.

Paradas de autobuses

Dijimos el pasado sábado que Gianandrea di Terlizzi, flamante coordinador de Movilidad del Consell Insular de Eivissa, estudia la mejora de todas las paradas de autobús y de transporte escolar. Es una buena noticia y cabe esperar que el estudio no se eternice y que las mejoras lleguen entes del comienzo de la temporada turística. Relacionado con el tema de las paradas de autobús, según fuentes generalmente bien informadas, resulta que los concesionarios, siempre, han llevado el mantenimiento de todas las paradas; es decir, limpieza, renovación de adhesivos, vinilos, plásticos, pintura, recolocación cuando un vehículo las golpea o las derriba, tarea que, al parecer, debería hacer la Administración y no lo hace. Al César lo que es del César.

Palacios de Congresos

Empezaremos por el de la capital de Mallorca. La noticia es que el grupo Barceló lleva al Ayuntamiento de Palma (Cort) a los tribunales por el Palacio de Congresos. El caso es que dicho grupo ha interpuesto un recurso contencioso administrativo contra Cort ya que decidió en junta de gobierno no ratificar el acuerdo del Consejo de Administración del Palacio de Congresos, por lo que se adjudicó su gestión a la cadena hotelera Barceló. La adjudicación se realizó durante la legislatura municipal del PP y fue paralizado antes de las elecciones de mayo del pasado año tras una denuncia de MÉS. Así que después de las elecciones, el Ayuntamiento palmesano gobernado por PSOE, MÉS y Podemos encargó un estudio de legalidad de la adjudicación, que determinó irregularidades en el proceso, por lo que el Ayuntamiento decidió paralizarlo.

Pasando ahora al Palacio de Congresos de Santa Eulària, aún no finalizado y del cual no hablan nunca los políticos ibicencos, excepto los de la Villa del Río, opinó que algunos se lo deberían hacer mirar. Y lo deberían hacer para que se terminara dicha edificación y que con sus actividades culturales alargara la temporada turística en nuestra isla. Y puesto que los partidos políticos clásicos no piden al Govern inversiones para finalizar nuestro Palacio, he pensado que, a lo mejor, Podemos, que tiene muchas llaves, podría intentarlo. ¿Qué les parece? Espero que así sea.