El próximo verano habrá, aún, más turistas. Supongo que los hoteleros lo estarán celebrando, que los restauradores, los dueños de discotecas, los propietarios de tiendas de souvenirs lo estarán celebrando; me imagino que soy de los pocos que sienten, ante el anunciado incremento de turistas (entre un 3 y un 12%, según se ha dicho en Fitur), una cierta inquietud.

Mi pregunta es: ¿dónde los vamos a meter?... Eivissa y Formentera no dan para más. Nuestras carreteras no están preparadas, el medio ambiente se encuentra asediado por tierrra, mar y aire, nuestros servicios sanitarios son los que son, hay la policía que hay y tenemos las reservas de agua que tenemos; ¿qué van a beber, los turistas?..., ¿solo cerveza?... Eivissa y Formentera están preparadas para la población que tienen en invierno y quizá un poco más, pero no para la avalancha de gente que llega en julio y agosto. ¿Dónde creen que va a ir este nuevo 3 o 12% más de turistas?...; en su mayoría, a la abundante oferta ilegal de plazas.

Hay una razón para este incremento de turistas, y no son nuestros propios méritos, aunque alguno se lo pueda creer. La razón es la inestabilidad (el terrorismo, dicho sin eufemismos) en países tradicionalmente competidores: Turquía, Egipto, Argelia... Deseo que pronto desaparezca esa amenaza, aunque ello comporte que las Pitiüses pierdan un buen porcentaje de turistas.