La culpa del fiasco de las votaciones telemáticas no es de ningún internauta desaprensivo que pudiese escribir un comentario supuestamente falso en las redes sociales. La culpa es del PP. Sí, han leído bien, la culpa es del PP porque, según Viviana de Sans, los populares nunca creyeron en la consulta popular sobre la reforma de la carretera de Santa Eulària. Los 183 ibicencos que votaron a través de la web tienen mérito porque desde el primer momento se sabía que nada cambiaría, que el proyecto sería el elegido en su momento, el que se ha tramitado durante tantos años en el Consell. Si es que hasta en el propio gobierno del Consell ofrecía dos versiones en los encuentros realizados para informar sobre la carretera. Viviana de Sans decía que sería vinculante. Pepa Marí, y también el presidente Torres, que pasase lo que pasase no se cambiaría ni una línea del proyecto. Hemos tenido votaciones con urnas en la propia sede del Consell, encuestas inútiles que han dicho lo que aquí se dijo hace tiempo, que los ciudadanos quieren que se cambie la carretera porque la actual es un suplicio para los conductores. Pero ya saben que la culpa es del PP, un partido que está aún recuperándose de los últimos fracasos electorales y que ha convencido a más de 149.840 personas (los que no han votado) para que no participasen en el circo que han organizado Viviana de Sans y su directora de Transparencia, Gloria Santiago. Los políticos no saben asumir errores. No me puedo creer que nadie con juicio en el Consell no le diga a Viviana y su equipo que todo el show montado por su departamento con el proyecto de Santa Eulària ha sido lamentable, inútil, y además ha costado dinero. No creo que se hiciese tamaña inutilidad si los autores de este bodrio lo hubiesen tenido que pagar de su bolsillos.