Tengo la impresión que el Ministerio de Fomento ha hecho un traje a medida para el Club Náutico de Ibiza (CNI), en el sentido de que pueda renovar la concesión que obtuvo hace más de 90 años. Lo digo porque en el Boletín Oficial del Estado (BOE), de fecha 26 de febrero del año en curso, basándose en los acuerdos adoptados por el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Baleares, se habla de las instalaciones regentadas por el CNI y se establece una priorización de criterios de motivación para la selección de las solicitudes presentadas en este proceso, en función del mayor interés portuario. Pues bien, dice el BOE que se valorará el número de eventos y actividades de carácter cultural, social y deportivo que se proponen, así como el número de personas que se puedan beneficiar del dicho proyecto, y que se valorará el presupuesto anual que se destinará a este tipo de actividades. Y otra cosa muy importante: señala el BOE que se valorará el arraigo y la proyección que el club tenga dentro de la sociedad ibicenca, a la que va destinado el antes citado proyecto social, cultural y deportivo. Además, se consideran como importantes indicadores el número de socios con que cuenta el CNI y que se beneficiarán del mismo. Por añadidura, leo en el BOE que por su carácter social se entiende que deberá ser un proyecto abierto al público y a la sociedad en general, y para ello se valorará de forma positiva la mayor superficie de la concesión sobre el total, abierta al público, sin limitaciones y restricciones de acceso. La resolución se notificará a quienes han presentado proyectos para la concesión de una instalación náutica en el puerto de Eivissa, que son el CNI y dos grupos foráneos y sin arraigo en nuestra isla, con sede en Canarias y Madrid. Si me lo permiten, les recomendaría que se retiraran y nos dejaran en paz y que mantengan las manos fuera de Eivissa, ‘Hands off Ibiza”, que dirían los norteamericanos.

Resumiendo, me parece que en mayo o junio próximos se podría renovar la concesión a favor del CNI, entidad de enorme arraigo social en Eivissa, que tiene unos mil socios y que va a invertir algo más de ocho millones de euros para renovar las actuales instalaciones.

Tráfico marítimo

La remodelación del puerto de Eivissa, que está llevando a cabo la APB, pasa por trasladar el tráfico marítimo con Formentera al muelle comercial, en la zona norte del puerto, en donde se ha previsto construir una nueva estación marítima. Parece ser que así se quiere rentabilizar el muelle de poniente, que va paralelo a la carretea de Santa Eulària. Una medida a la que se oponen todas las instituciones públicas y privadas de Formentera al considerar que los pasajeros y los excursionistas salen perdiendo al tener que embarcar y desembarcar más lejos del centro de la ciudad. Ya sé que la APB habla de un sistema de transporte para los pasajeros y de una barquita, pero no me convencen.

Pienso que los formenterenses que se desplazan al puerto de Eivissa por diferentes razones merecen más consideración y no obligarles a andar una distancia considerable, y estoy pensando en personas mayores, con maletas y que van a Eivissa para ir al hospital Can Misses, al aeropuerto, a los juzgados, etcétera, y también en los cientos de miles de turistas que van y regresan de Formentera el mismo día. Entiendo lo de rentabilizar el puerto, pero primero hay que pensar en dar facilidades a las personas. Es decir, no olvidar que Eivissa está hecha a escala humana.

Es lo de siempre: Formentera está afectada por una triple insularidad.