Pienso que una inversión de 60.000 euros para mejorar Sant Antoni no es una cifra exagerada. Es lo que pagará el Ayuntamiento a la empresa catalana Idencity, con una finalidad clara: cambiar el modelo turístico del municipio. Sin embargo, me parece que lo primero que ha de hacer Sant Antoni es ofrecer a la ciudadanía, lo antes posible, un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) o unas eficaces Normas Subsidiarias de Desarrollo Urbanístico para que los residentes y los posibles inversores foráneos tengan una planificación seria y eficaz durante los próximos años. A mi entender, el PGOU debería ser el primer objetivo a conseguir por el Ayuntamiento. Al mismo tiempo, señalo que Sant Antoni ha de hacer cumplir a rajatabla las leyes en vigor y que se respeten todas las ordenanzas relacionadas con los volúmenes musicales, horarios y aforos, y me estoy refiriendo, naturalmente, a los establecimientos de ocio nocturnos y también a los diurnos. Ya digo, el futuro de Sant Antoni, para poder recuperar el prestigio que había tenido siempre y que se merece, pasa por poder recibir a los “clubbers” y a todos los jóvenes que vienen solamente para llenar las discotecas, pero también al turismo familiar. Ya digo, estoy firmemente convencido de que para cambiar Sant Antoni hay que hacer respetar todas las ordenanzas municipales.

Ecotasa

El impuesto turístico que tendrán que pagar nuestros turistas y que está planificando el Govern balear, me da la impresión de que tiene varios descosidos. Pienso que la ecotasa debería servir para mejorar el medioambiente y mantener las islasmlimpias, sin vertederos de residuos sólidos urbanos incontrolados. Y si para ello se ha de contratar personal para hacer respetar la naturaleza, que se haga. Insisto, además, que la recaudación debería ir directamente a las arcas municipales de todas y cada una de las islas. No nos convence que los euros recaudados vayan a Mallorca, al Govern, porque nunca se sabe cómo los van a repartir. La experiencia nos indica que Mallorca, siempre que puede y es casi siempre, se queda con la mejor parte. Y lo que no es de recibo, es que haya un grupo político con escaños en el Parlament balear que reclame parte de la recaudación para construir residencias. Algo increíble y fuera de lugar.

Talamanca

El emisario de aguas residuales muy mal depuradas del municipio de Eivissa, que aboca su detritus cerca de la cala Talamanca, se ha vuelto a romper y a infectar las aguas marinas. Las reparaciones se hacen rápidas, pero las averías se suceden y ponen en peligro la salubridad de una hermosa cala, en la que han sentado sus reales varios hoteles, restaurantes y vecinos del municipio. La única solución es que se construya un nuevo emisario rápidamente, antes de la temporada turística, pero los políticos responsables no se enteran, o no se quieren enterar, de la gravedad de la situación. Si yo fuera de la asociación de vecinos, que tienen analítica demostrativa de la contaminación que ha sufrido la cala y sus playas, sin pensarlo más, presentaría una denuncia formal ante la Organización Mundial de la Salud. ¿A qué esperan?