Un helipuerto es lo que vamos a necesitar los vecinos de Jesús para poder entrar y salir de nuestro pueblo como el panorama siga así. Un pueblo avenido en fantasma al cortarle sus tradicionales accesos que se supone estarían en activo tras 45 días de trabajos y eso fue a mediados de noviembre, estamos en abril. Echen cuentas. Echemos cuentas todos porque nadie nos compensará por nuestro tiempo perdido, nuestros amortiguadores (las vías abiertas para transitar durante estas obras están enormemente desgastadas por el gran número de vehículos de tránsito pesado que las recorren de manera inagotable hasta el vertedero, por ejemplo), nuestra gasolina extra y nuestra paciencia. Lo último que supimos, después de que dijeran que en abril estaría solucionado, es que se supone que hasta junio podrían continuar las obras. Y me pregunto.... ¿cómo vamos a hacer? La isla ya está recibiendo más y más coches de la mano de trabajadores estacionales y turistas, esto acaba de empezar pero se incrementa con cada día que pasa. Las esperas para entrar en rotondas improvisadas, si antes no saltó una rueda por los aires gracias a los pozos o un camión que viene en sentido contrario no se ha llevado la mitad del coche, son cada vez mayores. ¿Tendremos que salir de casa una hora antes para llegar a trabajar?, ¿Quién va a indemnizar todas estas molestias? Nadie. Como siempre los ciudadanos tenemos que absorber los costes económicos de lo que deciden algunos dirigentes o de los que algunas empresas teoricamente no pueden controlar. ¿Quién va a asumir las responsabilidades de tantos dolores de cabeza? Nadie. Los mismos que no se dan cuenta que hacer aún más peligroso el transitar por la zona de Ca na Negreta es prácticamente una locura y no quiero ni pensar en los posibles accidentes que tendrán lugar en ese trayecto durante la temporada. Lo dicho, un helicóptero para entrar y salir de Jesús.