Josep Marí ‘Agustinet’ es el típico político que nunca tiene dudas. Se cree en posesión de la verdad absoluta. O al menos eso es lo que transmite. A diferencia de otros compañeros de partido que pierden en todas las elecciones a las que se presentan, ‘Agustinet’ gana en su municipio. Eso dice mucho de él, pero cuando un político se cree en la posesión de la verdad absoluta siempre hay algún momento en que el mundo se gira en su contra. Puedo citarle a Cañellas, Matas y María Antònia Munar, a los que conocí bastante bien, y tampoco hace falta explicar cómo terminaron sus carreras políticas.

Con el tema de la subasta de las hamacas, ‘Agustinet’ se ha metido en un lío muy gordo. Ha convertido un servicio público en un auténtico circo, donde se han pagado auténticas barbaridades porque, según el alcalde, también el Ayuntamiento tiene que sacar rendimiento «del turismo de lujo». Imagino que cobrar 355.000 euros por un lote de hamacas ya le permitirá a ‘Agustinet’ saciar sus ansias de revanchismo contra aquellos empresarios que, según él, favorecen el turismo de lujo. Nunca he entendido esta manía de ciertos políticos en criminizalizar a los empresarios, y menos a los que casi siempre generan puestos de trabajo y riqueza. Pero con el tema de las hamacas los problemas están por venir. Llegarán cuando conozcamos más detalles sobre Marrero Sosa, el empresario canario que se ha quedado con once lotes, y que está pendiente de una sentencia por narcotráfico. Le piden 16 años de cárcel.

El problema no es que Sant Josep pueda ganar dinero de las concesiones. Lo lamentable es que especule, sabiendo que es imposible que con 9 euros por hamaca se recupere el dinero que pagarán los concesionarios. Y, cómo no, el fondo de todo, la imagen que se está dando de Sant Josep en el exterior. Con otro sistema se hubiese podido filtrar este desaguisado. Por eso, y por lo que está por venir, ‘Agustinet’ tendrá tiempo para arrepentirse de este grave error político.