Iglesias mata al mensajero

Si eres periodista y quieres prosperar en los medios, escribe noticias falsas de Podemos. Es lo que el líder de esta formación, Pablo Iglesias insinúa y por lo que ha criticado la labor de los periodistas parlamentarios a los que acusa, personalizando en un profesional del diario El Mundo, de “estar obligados profesionalmente a hablar mal”. Por su parte, la Asociación de Periodistas Parlamentarios ha expresado su más firme protesta y malestar por el ataque personal, directo y gratuito protagonizado por este personaje y algunos de ellos hasta abandonaron ayer la conferencia en la que se encontraban en la Universidad Complutense de Madrid como señal de protesta. Considero que un líder político que arrastra a cinco millones de españoles no puede caer tan bajo y agredir de esta manera tan lamentable la libertad de expresión a la que, afortunadamente todos tenemos derecho en nuestra sociedad democrática. Considero que éste no es el trabajo de un político, aunque parece que el poder le ha hecho creerse algo que no es y nunca llegará a ser. Considero que el afán empedernido de asegurarse una silla en lo más alto y a cualquier precio le hace, muchas veces, perder la cabeza, el norte y hasta el sentido más absoluto. Considero que antes de denigrar a ningún periodista, Pablo Iglesias debería aprender el significado de saber estar, educación y formas después igual podría dar lecciones de algo, cosa que por ahora está muy lejos. Considero también y sigo pensando que no podemos permitirnos un gobierno de Podemos y confío en que si somos de nuevo llamados a las urnas el sentido común sea el protagonista y votemos todos con sensatez porque cada día queda más claro y demostrado que el cambio y la transparencia solamente les sirve a algunos para llenarse la boca y decorar sus discursos políticos. Porque eso sí que es decir mentiras, no lo que hacen los periodistas que es hacer su trabajo y encima tener que aguantar a algunos mandatarios morados que todavía no saben la diferencia entre estar en política y estar en las barricadas.