Estamos en una época de bonanza, en una época de gran afluencia de turistas en el territorio nacional, especialmente en Canarias, costas españolas e Illes Balears. Y en nuestra isla, concretamente, estamos en una época de bonanza turística, no sólo por la gran marca que es IBIZA, sino también porque estamos en una época en la que vivimos de turismo ‘prestado’.

Sí, sí, han leído bien; turismo prestado, turismo que debemos cuidar y fidelizar para que, en cuanto los destinos actualmente en crisis de los que provienen muchos de estos turistas ‘prestados’, como los del norte de África o Turquía, reinicien su actividad, quien ahora nos visita no cambie Ibiza por Túnez, Egipto… Destinos como la costa andaluza están aprovechando al máximo esta época dorada con buenos planes de dinamización, mejora y calidad del sector turístico, son conscientes que esta bonanza que tenemos actualmente es prestada, pero que puede ser aprovechada a largo plazo, porque saben cuál es el maná que les alimenta.

Pero nosotros, ¿lo sabemos?

¿Realmente somos conscientes de que el maná de nuestra isla, el maná que nos alimenta es el turismo? Desde el primero hasta el último vivimos del turismo, incluyendo las instituciones, ya que sin los impuestos que provienen del turismo no podríamos sustentarlas.

Y en vez de cuidar y mimar este maná, no dejan de sucederse los despropósitos políticos que parecen empeñados en dinamitarlo. Tenemos el ejemplo del Govern balear, que no sólo no es consciente de esta realidad, sino que manda mensajes contradictorios a nuestros visitantes: por un lado, les culpamos de todos los males que tienen nuestras islas, por otro, vamos a ferias a intentar captar más turismo, y después les obsequiamos con una “multa” nada más llegar a destino. “Multa” disfrazada en forma de “Ecotasa”, de la cual están recibiendo información durante estos días en sus casas, cuando muchos de ellos han comprado sus vacaciones hace meses, especialmente el turismo familiar.

Creo que coincidiremos todos en que, de alguna manera, tenemos que intentar incidir en los meses de julio y agosto, y digo incidir y no dar un mensaje de que los turistas sobran o molestan. Hay que aplicar fórmulas para que, de alguna manera, la oferta se pueda regular por sí misma, redistribuir la demanda en otros meses del año, y todo ello sin estos mensajes contradictorios.

Tenemos un presidente del Consell que, a parte de presidente, es conseller de turismo, y como tal debería dar ejemplo y luchar por un turismo sostenible, plural y respetuoso, luchar, en definitiva, por el maná que nos alimenta. Y tal ejemplo no se da legalizando plazas turísticas a través de los pisos residenciales, este ejemplo se da luchando por los intereses de la isla donde debe hacerlo, luchar por las decisiones que se toman en Ibiza y en la máxima institución insular, decir NO donde deba a la legalización o regularización de los pisos residenciales. Y ya que este Govern impone el despropósito de “multar” al turismo, debería reclamar lo que toca a la Isla, nunca bajar del 20% que se acordó en pleno del Consell, y no aceptar el 12% del 60%, limitado al máximo del 15%.

Es verdaderamente vergonzoso el uso que se está haciendo de la máxima institución de la Isla, que ha pasado de ser el Consell de todos a ser la agencia de colocación de unos cuantos. Una institución que ha convertido la lucha por el sueldo y la silla en la tónica habitual de sus representantes políticos, en vez de luchar por los intereses de todos y no los de unos pocos. Una institución en la que reina la sumisión a Mallorca en vez de la reivindicación de lo que nos toca. 10 meses de despropósitos, de riñas, de desencuentros y de parálisis en los que, sin duda, salimos perdiendo todos los ibicencos.

No mordamos la mano que nos da de comer, no desaprovechemos la oportunidad de futuro que tenemos al alcance y hagamos lo que tenemos que hacer: la mejor promoción turística que podemos hacer está en nuestro propio destino, en Ibiza. No hundamos el maná que nos alimenta.