Adiós Eurocopa, adiós. Bienvenidos a Ibiza, epicentro estos días del planeta fútbol. El torneo más pobre de cuantas ediciones recuerdo tuvo un digno broche con el partido final entre galos y lusos. La Portugal de Cristiano triunfó sin Ronaldo. La desgraciada lesión del 7 rearmó a un equipo que únicamente fue capaz de ganar un partido en 90 minutos y que alzó la copa gracias a un gol de Éder en el último suspiro de la prórroga. Tras el pitido final, sonó por enésima vez el pelotazo de David Guetta y Zara Larsson. This One’s For You ha sido la sinfonía oficial de la Euro 2016 pero el auténtico hit coreado a capela en los estadios y en las calles de las sedes ha sido un remember tuneado. Así, siempre nos quedará el Will Grigg´s on fire!, la versión del noventero Freed from desire. El delantero de Irlanda del Norte Will Grigg no jugó ni un minuto, pero su nombre ha sido el más coreado y el cántico perdurará en el tiempo. También han creado escuela de seguidores la selección de Islandia. Los vikingos llevaron su fútbol más allá que la selección española y sus palmas, perfectamente coordinadas entre equipo y afición, han dado la vuelta al mundo. La fiesta del fútbol europeo dio paso al desembarco masivo de las estrellas del balompié en nuestras islas, uniéndose a Neymar y los cracks que habían llegado días antes procedentes de la Copa América. Leo Messi aterrizó en Eivissa con toda su familia para pasar página de un nuevo revés con la albiceleste y otro mazazo con la justicia por sus dribblings fiscales. Días después se sumó a la fiesta Cristiano. Las carreras por la pista de Can Misses previas a la Eurocopa fueron un talismán y ahora ha regresado, convaleciente, pero como campeón de Europa con su selección. A la legión se ha unido Gareth Bale que disfruta de la exclusividad de Tagomago. Ellos son la cara más familiar de esta Ibiza on fire donde también ha brillado el díscolo Michy Batshuayi al volante de un Lamborghini Huracán.