Recordarán los lectores que días atrás la consellera de Sanidad, Bienestar Social, Igualdad y Relaciones con entidades y asociaciones del Consell d’Eivissa, Lydia Jurado, afirmaba que cada noche es San Fermín en Ibiza, en clara alusión a las agresiones sexuales que se producen en Pamplona durante su semana grande de fiestas. El día 13 de agosto lanzábamos la pregunta ¿qué ha hecho ella desde su responsabilidad en contra de eso en los 13 meses que lleva en el cargo? Ahora hemos conocido, porque leemos la prensa, que prepara una campaña contra los abusos sexuales en la noche ibicenca. Afirma Jurado que en nuestra isla se cometen abusos sexuales que no son denunciados. Persiste la consellera insular en comparar Ibiza con San Fermín, lo cual es muy inapropiado porque lo primero que debiera hacer es poner sobre la mesa cifras concretas de casos denunciados. Sobre los casos no denunciados poco se puede decir con rigor. Pero a la pregunta que yo hacía en estas mismas páginas, Lydia Jurado ha dado respuesta: en los 13 meses que lleva de consellera, no ha hecho nada. Ahora dice que hará y por supuesto será motivo de alegría, pero llega tarde y debió hacerlo ante.

Esto me lleva a destacar la existencia de algunos políticos que ahora ocupan cargos de responsabilidad que, ya sea porque la designación les pilló por sorpresa y con poca disposición, ya sea porque no confiaban en que un sistema de cuotas los acabaría aupando tan arriba, lo cierto es que no acaban de tomar conciencia de su propia responsabilidad y continúan haciendo lo que acostumbraban cuando eran meros activistas: denunciar en Twitter, hacer comunicados de prensa y recoger firmas en change.org. Si no piensan hacer nada más que quejarse, hagan el favor de irse a su casa. El generoso sueldo público que les pagamos es para que hagan algo más que lamentarse.