La destitución de Luís Segura como jefe de la Abogacía de la Comunitat Autònoma es un ejemplo de la torpeza política de los integrantes del Govern, que han sido incapaces de explicar de manera convincente una decisión de simple técnica jurídica: la retirada de la personación en dos causas contra el expresidente Matas con un más que dudoso recorrido pe- nal. La histeria que se ha adueñado en el Consolar de la Mar ha impedido recordar que el Govern mantiene sus reclamaciones en una docena de casos más. A la vista de las declaraciones del fiscal Horrach, no parece que las argumentaciones de Segura fuesen tan peregrinas como se ha querido dar a entender. Mi pregunta es si la consellera Costa ha podido conciliar el sueño sin remordimientos.