Con esta pasmosa facilidad para perder votaciones y situarse en el bando perdedor -ahora que ha quedado claro que en el PSOE hay bandos y están claramente enfrentados-, el PSIB y la Federació Socialista de Eivissa se colocaron junto a los perdedores, los partidarios del ya exsecretario general, Pedro Sánchez, y se llevaron este sábado un revolcón histórico. Tiene mucho mérito porque la opción defendida ha sido apostar conscientemente al caballo perdedor, sin la más mínima posibilidad ni de llegar a la meta, tal era la cojera. Y sin embargo, los de Vicent Torres y Francina Armengol, quisieron estar del lado de Pedro Sánchez, defender su liderazgo inexistente y apostar por un congreso federal y unas primarias antes de formar gobierno. Como han visto la mayoría de dirigentes del PSOE, esta es una posición asimilable a hacerse trampas jugando al solitario. Es evidente que si se le pregunta a los militantes del partido, estos responderán de una determinada manera, negándose en rotundo a permitir la investidura de Mariano Rajoy. Pero sucede que hay dirigentes incapaces de ver más allá de sus propios intereses y los de su partido, cuando se trata de anteponer los intereses del país, cosa que no está al alcance de los afiliados como norma general. Es como si se le preguntase solo a los que asisten al Santiago Bernabéu y aún mejor, solo a los Ultrasur, la política de fichajes del Real Madrid. A Armengol hace mucho tiempo que no le interesa ganar elecciones, sino únicamente ganar primarias. Haciéndolo, ella ya gana y se asegura el puesto. Por eso el PSOE es un partido de capa caída, que languidece escuchando solo a sus afiliados e ignorando al resto. Por eso el liderazgo de la izquierda en Balears ya es de Podemos, por incomparecencia de los socialistas, contentos ellos en el bando de los derrotados.