El otro día en el Congreso, Rufián, el vocero de un partido que nos quiere independizar a todos por condones, le dijo a Rajoy, que los condones tenían un IVA alto y parece que este muchachote veía en eso una falla en el combate contra el VIH, o tal vez —porque estos no dan puntada sin hilo— quería indicar el tal Rufián a sus hooligans estelados y flaúticos que Rajoy no ataja adecuadamente la proliferación del VIH. No sabe Rufián que en muchos dispensarios y centros sociales los condones los regalan y, además, lo mismo que te compras una entrada para ver una peli de Trueba, te puedes comprar un condón, es un tema de prioridades. No creo que una persona que ande encelada deje de fornicar porque no puede conseguir un condón, otra cosa es que ande cocido a porros o a botellón y la enchufe sin prevención alguna, pero de eso no creo que tenga la culpa Rajoy, o sí la tiene y me refiero al sistema educativo, que eso sí es competencia suya, y a la educación paterna que ha recibido el potencial comprador de condones. Otras cosas malas habrá hecho este gallego y su cuadrilla, pero creo que en España la lucha y prevención de todo lo relacionado con el VIH es modélica, y no tiene nada que ver con ningún gobierno, tiene que ver con todos los gobiernos de diestra o siniestra desde que apareció la enfermedad. Las palabras de Rufián son un verdadero insulto a la solidaridad de los españoles y a los enfermos de VIH y una muestra de que hacer demagogia con las desgracias ajenas está ya a la orden del día. En Baleares, algunos tampoco se quedan atrás, una de las últimas tonterías que han hecho ha sido lo de quitar Mallorca de Palma, lo de Palma a secas es otra muestra del analfabetismo funcional en el que están instalados unos políticos que carecen del más mínimo sentido del marketing y de la historia de su Isla.