A todos los habitantes de Ibiza y Formentera, a todos sin excepción de ninguno, a los que mi condición de cristiano me hace veros como hermanos y amigos, os deseo, hoy que empieza un año nuevo, os deseo un feliz y próspero Año Nuevo.

Y al desear un feliz y próspero Año Nuevo es invitaros a ser conscientes de que, con la ayuda de Dios -.que es cierta y segura- y nuestras buenas y consecuentes decisiones –que dependen de cada uno de nosotros- hemos de emprender nuevos retos, trazar algunos proyectos, alcanzar nuevas metas, formular buenos propósitos, en fin, tantas y tantas cosas que podemos hacer o dejar de hacer, buscando siempre nuestra felicidad y la de quienes nos rodean. Y los fallos o errores que hayamos podido tener, pues ir corrigiéndolos y superándolos.

Un detalle importante para este Año Nuevo 2017 es que, a lo largo del año pasado hemos vivido el Año Jubilar de la Misericordia que de una forma admirable, buena y servicial nos ha propuesto el Papa Francisco. A lo largo de ese año he ido diciendo a todos y a mí que si Ibiza y Formentera viven en la misericordia, serán mejores de lo que ya son. Por eso, mis deseos de un feliz y próspero Año nuevo desean ser expresiones de que seamos misiericordiosos como lo es Dios porque ese es la vía para la felicidad: quien es misericordioso es feliz él y hace felices a los demás; quien no es misericordioso no es feliz y no ayuda a los demás.

La misericordia es necesaria en un mundo en el que hay indiferencia, egoísmo, abandono, etc. No podemos vivir en el mundo olvidándonos de los demás, especialmente de aquellos que sufren o pasan por situaciones de necesidad. Tras la experiencia, las enseñanzas, la vivencia de la misericordia de Dios, nos corresponde a nosotros ser misericordiosos. Ser misericordiosos es, sin duda, la consecuencia del año que hemos terminado y un buen propósito para este nuevo año que iniciamos.

Este propósito será fácil de lograr siempre y cuándo pongamos en el centro de nuestra existencia a Dios nuestro Señor y a nuestro prójimo, visto siempre como hermano y amigo; hermano porque es hijo del mismo Dios único y verdadero, amigo porque estamos en la misma tierra en el mismo tiempo. Que el año 2017 que iniciamos hoy sea, en verdad, un año lleno de felicidad. No olvidemos que hay más alegría en dar que en recibir. Y acogiendo lo nos dice la Biblia en el libro de los Números digo con amor y confianza a cada uno: «El Señor te bendiga y te proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor. Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda su paz» (Núm. 6, 24-26).

Iniciemos el nuevo año bajo el cuidado maternal de la Santísima Virgen María que nos da a su Hijo Jesucristo, como promesa y garantía de paz. Oremos unidos por la paz en el mundo entero, en nuestra nación española, y en nuestras Islas de Ibiza y Formentera y seamos con nuestros gestos, palabras y actitudes sembradores de paz a nuestro alrededor.

Con mis mejores deseos para todos. ¡FELIZ AÑO NUEVO!