Están muy ocupados algunos en intentar cambiar el nombre del Passeig de Vara de Rey por el de s’Alamera, si bien llevarán a cabo una consulta entre los residentes en el municipio de Eivissa. Y otra cosa: el Ayuntamiento no se plantea cambiar de ubicación el monumento erigido en memoria de general ibicenco Joaquín Vara de Rey.

¡Menos mal! Y como mis papeles y los de otras instituciones cantan (vid “El general Vara de Rey y El Caney”, 1992, en tres idiomas). Vale la pena recordar que en la iglesia parroquial de Sant Pere se encuentra la fe de bautismo del que años después murió en El Caney (Cuba) luchando contra el ejército de los Estados Unidos. Resulta que el entonces párroco Antonio Sebastián Puiggros escribió el 14 de agosto de 1841 que «bautice a un niño a las 11 horas de la mañana, hijo legítimo del matrimonio compuesto por el capitán Joaquín Vara de Rey, natural de Antequera, y Clotilde Rubio, de Logroño. Queda claro que Vara de Rey era ibicenco, como todos los que aquí hemos nacido.

Por otra parte, a finales de julio de 1898, mientras que toda la prensa española dedicaba artículos elogiosos al general, el pleno del Ayuntamiento de Eivissa acordó trasmitir el pésame a la familia y dar a una calle el nombre del general. Los acuerdos municipales fueron comunicados a doña Clotilde Rubio, madre de Vara de Rey, que residía en Logroño. Se conoce el texto de la carta de contestación de la ya anciana madre al alcalde José Verdera Ramón, destacado miembro de mi familia, dicho sea de paso.

Es también sabido que en el siglo XVIII aparecen las primeras noticias documentales en que se insta a plantar cuatro filas de árboles desde la calle de sa Creu hasta el principio de la hoy denominada Avinguda d’Espanya, lo cual no significa que dicho tramo arbolado fuera oficialmente denominado paseo, sino que el nuevo topónimo urbano (Passeig de Vara de Rey) fue el fruto de un acuerdo municipal, mientras que s’Alamera, muy probablemente, sea el nombré popular entre los ibicencos para situarse los ibicencos y los foráneos en la villa. No voy a a hablar del heroísmo del general en Cuba, ni de los elogios confirmados por militares norteamericanos. Por último, para no herir sensibilidades, propongo el nombre compuesto de Passeig de Vara de Rey – s’Alamera.