Recientemente he tenido oportunidad de comentar con diversos profesionales del sector la paradoja que se da con dos de nuestros platos más tradicionales: el ‘bullit de peix’ y el guisado de pescado. Hay que señalar que son dos platos marineros muy típicos ibicencos y que no hace tantos años que los pescadores aprovechaban los pescados que tenían menos salida para su venta para elaborarlos.

Precisamente estos pescados son los que muchos restauradores profesionales y el propio sector pesquero queremos poner en valor como la araña, la roja, rascassa, morena, congrio, sargo y tantos otros.

En lo que coincidimos los profesionales de la cocina ibicenca es que a los isleños nos gustan los pescados espinosos, por lo que cuando son turistas quienes piden estos platos a veces no quedan convencidos ya que los pescados espinosos no son tan valorados. En algunos casos porque lo servimos natural “all i oli” aparte o con aceite, o incorporando salsa de “all i oli” al pescado, o bien lo podemos hacer con una salmera.

En todo caso, lo que si debemos tener claro los profesionales del sector es que cuando nos piden un ‘bullit de peix’ o un guisado de pescado deberemos realizar un esfuerzo pedagófico para explicarle al cliente cada cosa lo que es y en qué consiste para evitar insatisfacciones y sorpresas innecesarias.

En todos los restaurantes el cliente tiene a su disposición un maitre, encargado o el propio dueño a quien pedirle explicaciones. Lo ideal sería que no hubiera malentendidos, pero, en todo caso, los restaurantes disponen de las hojas de reclamaciones correspondientes donde pueden y deben expresarse aquellas denuncias que se consideren necesarias. Lo que no es de recibo es que, por ignorancia, se hagan manifestaciones inexactas a través de las redes sociales ya que por un simple malentendido el cliente no sabe ni lo que ha pedido y esa queja injusta afecte no solo al restaurante sino a la gastronomía ibicenca en general.