El domingo Jorge Montojo hacía referencia a la «ley del péndulo histérico» en su artículo de opinión para referirse a que cualquier extremo es siempre malo. En su caso hablaba de las estupideces lingüísticas que se llegan a hacer en la política. Decía: «Si Franco prohibía estudiar en catalán, los actuales demócratas no dejan que se estudie en español». Pues bien, lo del péndulo histérico (expresión que me apasiona) me pareció tremendamente acertado porque es verdad que, últimamente, los gobernantes se pasan de frenada y para intentar arreglar un problema, crean otro en el extremo contrario. Es el caso de los okupas. Han pasado de ser unos pobres maltratados por la sociedad, que okupaban naves abandonadas o fincas medio destruidas, a ser un movimiento vanguardista que se debe proteger, defender y hasta casi admirar. Una familia acude corriendo a su casa alertada por unos vecinos porque la están okupando. Cuando llegan ya están los intrusos en su interior. Las autoridades dicen que no les pueden echar porque, al estar ya dentro, la ley les ampara. Y así se quedan ellos, con la casa llena de pertenencias, el agua y la luz dadas de alta y una magnífica vivienda para su disfrute y sin pagar ni un euro, ¡oiga! Que todo el mundo tiene derecho a una vivienda digna. Pero no es el Estado el que la proporciona, no. Es un particular que ha trabajado toda su vida para poder comprarse una casa o la ha heredado de su familia. Y lo tiene todo en regla y paga sus impuestos y trabaja y… ahora además tiene que pagarle la luz y el agua a unos desconocidos que la han okupado y la ley les ampara. No puedo comprender la indefensión de los propietarios en casos como este. Entiendo que tenemos un grave problema de vivienda, pero eso no justifica en ningún caso que te puedan arrebatar tu propiedad de la noche a la mañana. Me decía el otro día un amigo que ha tenido que poner una alarma porque tiene miedo que un domingo vaya a hacer una paella con su familia a una finca familiar que tienen y que se encuentre a alguien dentro… ¿Se acuerdan cuando en Ibiza las puertas de las casas estaban siempre abiertas?