Ahora sí. La Ibiza Marathon consagra a la isla como polo de atracción de los amantes del correr. La Ibiza Trail Maraton, la Media Maratón o las selectas pruebas que se celebran en Formentera ya eran un reclamo para centenares de corredores, pero las Pitiusas han dado un paso de gigante con la prueba reina de la larga distancia, una maratón diferente y maridada con una atractiva 12K para mayor gozo de los corredores menos osados. Correr una maratón saliendo a mediodía, en pleno mes de abril y con la orografía de Ibiza no es, ni de lejos, algo idóneo para hacer una buena marca, pero como me comentó unos de sus organizadores, la Ibiza Marathon está diseñada para disfrutar, para sentir cada zancada, como dice su leyenda, se trata de una experiencia Run & Feel. A pesar del calor, la inmensa mayoría de los participantes disfrutaron del recorrido con tramos urbanos y travesías junto al mar. A pesar del calor y de un vientecillo molesto, el ganador de la primera maratón de Ibiza paró el crono por debajo de las dos horas y veinte minutos previstas para el sinuoso trazado entre Santa Eulària y Vila.

La Ibiza Marathon es algo diferente y ahí debe radicar el éxito que le auguro. Evidentemente no es Valencia, no es Madrid, ni tampoco es Barcelona, es una prueba diferente. Debe ser una cita de culto como la Behovia de San Sebastián. Los cerca de dos mil participantes fue un primer gran éxito que quedó rubricado con los 1.372 finishers. Desde este altavoz, mi aplauso para los profesionales de Talentum Group y todo aquel que puso su grano de arena para la organización de una gran prueba que estoy seguro que mejorará año tras año. El éxito deportivo ya está ahí y seguro que el impacto económico que reportará la prueba también dejará buenos números.