Tarragona ha puesto detectives para reducir o eliminar excrementos de perros. Es una acción que forma parte de la segunda fase de una campaña de civismo, que tiene por nombre ‘Me comprometo con Tarragona’ y está dirigida contra los dueños de los perros que no limpian las heces de sus mascotas de la vía pública. La función de los detectives es identificar a las personas que no recogen los excrementos y recopilar imágenes donde quede reflejado el día, lugar y hora de la infracción. El coste es de 50 euros por hora de cada detective, que actuarán en horas de máxima afluencia de paseo de perros por la mañana y al atardecer. La primera fase fue instalar carteles en la calle y la edición de 5.000 folletos informativos. Es una noticia que he leído en el ‘Periódico de Cataluña’ y muy bueno sería que el Ayuntamiento de Eivissa intentará solucionar el mismo problema que aquí tenemos desde siempre ya que la cuestión es hacer respetar las ordenanza municipales y acabar con el incivismo.

Una vigilancia también necesaria en todos los municipios ibicencos debería destinarse a impedir la proliferación de vertederos ilegales de residuos sólidos urbanos, que se encuentran a lo largo y ancho de nuestra geografía y todo por no pagar para depositar los residuos en vertederos oficiales y legales. Es una vergüenza lo que está sucediendo en todo el territorio y los ayuntamientos no hacen prácticamente nada para evitarlo.

Y en el caso de la contaminación acústica cabe recordar que el Ayuntamiento de Sant Josep ha aprobado la modificación de la ordenanza de ruidos, de manera que todos los establecimientos musicales deberán instalar limitadores de volúmenes. Se supone que la medida afectará a discotecas, pubs musicales, beach clubs, etcétera y que podrá terminar con el problema de la contaminan acústica que atenta contra la normal convivencia y ocasiona problemas de salud.

Entonces, entiendo que harían falta detectives para identificar a los que abandonan los residuos urbanos en cualquier lugar de la isla, y también para denunciar los establecimientos que no respeten y no cumplan lo establecido en las ordenanzas municipales. Así que planteo el tema de la necesidad de tener detectives para reducir los problemas que sufrimos: excrementos de canes, vertederos clandestinos y decibelios desbocados.

Bien mirado, harían una buena labor y mucho más necesaria que contratar a personas para que busque toallas en los balcones es para localizar a turistas “clandestinos”, un servicio que, al parecer, quiere poner en marcha el Consell Insular. Dejen a los buenos turistas en paz -cosa aparte son los gamberros- y traten de solucionar la problemática endémica que sufrimos.