Mucho se está hablando estas semanas sobre la reforma del paseo Vara de Rey. Y hay opiniones para todos los gustos. Es lógico. Cualquier proyecto de gran magnitud, como lo es el Paseo Vara de Rey para la ciudad de Ibiza, genera partidario y detractores. A mí personalmente me parece que cerrar al tráfico rodado la plaza es un avance muy importante, valiente, y que curiosamente no está generando tanta polémica como parte del pavimiento o el árbol solar. Cualquier peatonalización genera polémica, pero al final siempre son aceptadas por los ciudadanos. Históricamente ha sido así. Pero hay que gestionar estas polémicas de la mejor manera. Y es ahí donde el Ayuntamiento de Vila, al que hay que reconocer su valentía a la hora de impulsar los proyectos de Vara de Rey y Plaza del Parque, no sabe gestionar la situación. El alcalde y sus concejales deben admitir que hay ciudadanos que esperaban otra reforma. No es ningún drama. Lo incomprensible es lo mal que se encajan las críticas, que se responda en las redes a los que vierten críticas, que por otro lado están en todo su derecho. Al final lo que quedará, y eso es lo importante, es un espacio abierto a los ciudadanos, mucho mejor del que había, con parte del pavimento que genera controversia, y con un árbol solar que a mí, personalmente, me parece un toque contemporáneo a una obra realizada en un espacio histórico. Dejen pasar las semanas para que los ciudadanos asuman el nuevo paseo Vara de Rey. Y que los políticos se relajen un poco. La oposición también debería reconocer que el actual paseo es mucho mejor que el anterior. Pero reconocer éxitos de los contrincantes políticos es de democracias adelantadas.