Los políticos vascos independentistas pactan los presupuestos con Rajoy y los de JuntosxSí quieren independizar a Cataluña ellos mismos, ignorando por lo menos a la mitad de los que viven en Cataluña. ¿Por qué grupos antisistema que deberían estar cantando la internacional y que se cortan el pelo con un cazo, quieren desgajar un cacho de España del “Madrid del no pasarán”?, ¿por qué el Ayuntamiento de Madrid que representa a los madrileños, de los que un 99,9% no son independentistas de ningún sitio, alquila un local junto a la diosa Cibeles a los hombres de negro catalanes para que se expliquen con bastantes faltas de sintaxis? Si los independentistas consiguen hacer una cabriola jurídica y disgregar un territorio, ¿qué va a pasar con esos catalanes que no son pata negra? Y lo que más me preocupa: ¿cuáles van a ser las consecuencias económicas para los que no somos catalanes?; es decir, creciendo la economía española en este momento al 3%, con una ocupación hotelera en el caso de Ibiza importante; bajando las cifras de paro, está claro que la desconexión de una región con tanto peso económico y con tanto mercado español para sus productos y bancos fuera de sus supuestas “fronteras”, eso va a pasar factura a los catalanes, a los aragoneses, a los murcianos, a los vascos no creo, al Ibex 35, a los canarios, a los quebecquenses, a los de Algete y Móstoles y a mucha gente humilde que a lo mejor se queda sin curro otra vez y la tienen que desahuciar gracias a la CUP. Sorprende que unos escasos millones de millones de votantes, sin ser consultados, puedan decidir el destino económico de cincuenta millones de constitucionalistas. ¡Pues vaya con el del flequillo!