Fíjate tú lo que son las cosas, yo siempre había tenido una imagen de mi en la que me veía como una persona moderna, abierta, que aceptaba las formas de vida de todo el mundo, siempre que fuera recíproco y "el todo" no se viese afectado, yo, el ad libitum por excelencia… sigo siendo un berzas de manual, y voy a contaros el porque de esta afirmación.

Todo empezó el otro día, cuando se rompió de forma abrupta la tranquilidad que suele imperar en la sede del Grupo Prensa Pitiusa (es que eso de periodistas gritando a todas horas, fumando y bebiendo como cosacos mientras investigan y escriben sobre tramas delictivas y conspiraciones de todo tipo, queda muy bien para las cutre-series televisivas españolas, pero la realidad es mucho más aséptica), no se armó la revolución, tampoco quiero exagerar, pero si se escuchaban en un tono elevado las muestras de indignación de unos compañeros, lo que unido al habitual silencio catedralicio de las redacciones, hizo que captaran mi atención (si, lo reconozco, soy un cotilla!). Cuando me enteré de quien surgían esas quejas mi sorpresa fue en aumento, ya que eran proferidas por un par de compañeros que son de natural comedidos y muy educados a la hora de expresar sus pareceres sobre cualquier tipo de cuestión, pero ese día ambos (una mujer y un hombre, para que todo quede clarito) trocaron su comedimiento por indignación y contundencia en sus protestas, mi intriga iba en aumento… qué coño estaba pasando?!!! Finalmente me enteré de lo ocurrido, resulta que ese día se había publicado en las páginas de nuestro amado PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA (cuya dirección espero y deseo que valore -i es económicamente mejor- este descarado peloteo) un artículo de opinión de un colaborador, en el que el articulista, bajo la apariencia de ser el perfecto librepensador/ultramoderno/integrador (vamos, que solo le faltó decir que era vegano), aprovechaba para soltar un par de cargas de profundidad contra el colectivo LGTB y contra el World Gay Pride que esos días se celebraba en Madrid, en resumen…un lobo con piel de cordero. Lo que más había molestado a mis compañeros (ambos de condición homosexual) no es lo que pensara o dejara de pensar el articulista carca, lo que les dolía más, era que desde este medio diéramos tribuna a ciertas opiniones, se sentían apuñalados por su propia casa.

Hablé con ellos, leí el artículo y volví de nuevo para comparar pareceres, yo les dije que entendía sus motivos, pero que me llamaba poderosamente la atención que unas personas a las que yo tengo por muy inteligentes, no aplicasen contra provocaciones tan cutres, aquella máxima de "no hay mayor desprecio que el no hacer aprecio", también les recordé que la libertad de expresión muchas veces consiste en tragarse enormes sapos, incluso me permití sugerirles que un desfile más "desplumado" y serio, podía contribuir a no desvirtuar tanto las reivindicaciones de estos colectivos, por supuesto, toda esta retahíla la empecé con una frasecita tópica de intolerante que busca justificarse (que razón tienes Julita) "yo, que tengo muchos amigos gays…" (les suena?) ese soy yo… un perfecto gilipollas, pues cuando deje mi ombliguísmo y mi yo, yo, yo y me paré a escuchar las razones más profundas de los ofendidos (lo que tendría que haber hecho desde el principio) me di cuenta de que la sociedad "normal", obliga a todas estas personas a vivir eternamente de perfil, conviviendo con el odio solapado de muchos tan solo por el hecho de "ser", negándoles el derecho a tener derechos, haciendo que cada reivindicación se convierta en una batalla (ya que los amantes del modelo familia= hombre+mujer+hijos con la bendición de dios, así lo quieren), teniendo que soportar que medios de comunicación que presumen de progresistas, amparados en la manida "libertad de expresión", den espacio y altavoz a ideas retrogradas y reaccionarias que son gasolina para los fuegos de odio que muchos se empeñan en encender, que en muchos sitios se les sigue increpando, insultando y agrediendo por su condición (incluso en colectivos importantes como puede ser el de los deportistas de elite o cuerpos de seguridad sigue siendo un tema tabú) y eso en nuestro "moderno y avanzado" primer mundo… porque en países no muy lejanos de aquí directamente los meten en cárceles, los apalizan, o los cuelgan del árbol más cercano. Y Fue eso, algo tan sencillo como el recordarme las cosas que pasan cada día, la mejor lección que me han dado en mucho tiempo, me sentí estúpido por haber cuestionado la idoneidad de esa forma de reivindicación que es el Gay Pride…porque están respondiendo al odio con fiesta, a la rabia con alegría, a la prohibición con fantasía…y eso es algo maravilloso, maravilloso y necesario, porque ser sinceros, cuantos "memes" y similares han llegado burlándose de los festejos y del colectivo LGTB estos días a vuestros móviles? Cuantos comentarios despectivos u ofensivos habéis oído en (por ejemplo) un bar, cuando en la tele se hacían eco de alguno de los actos y del éxito de organización y participación? Si habéis sido sinceros, la respuesta es muchos…y seguro que hasta habéis sido partícipes de alguno, verdad? Pues tenerlo claro, ese comentario, ese chiste "de mariquitas", toda esa intolerancia de "baja intensidad", no deja de ser intolerancia. Por lo que se ve, en nuestra moderna sociedad, en lo único que hemos avanzado es en disimular y refinar nuestra hipocresía. Por eso, por ayudarme con mis limitaciones, por abrirme los ojos a golpe de argumentos, quiero decir públicamente GRACIAS HELENA, GRACIAS PERE!!! , gracias a las diferencias que nos enriquecen, gracias por la paciencia, gracias por compartir, gracias por recordarme que el color es la mejor arma para combatir un mundo en blanco y negro, gracias, por recordarme la estrofa de una canción del gran rockero brasileño Raúl Seixas y que dice así "PREFIERO SER UNA METAMORFOSIS AMBULANTE…QUE TENER UNA VIEJA OPINIÓN FORMADA SOBRE TODO".

Gracias por la lección y orgulloso de vuestra amistad.