Este verano está siendo muy caluroso y al parecer demasiado largo y aburrido para algunos políticos como el alcalde de Vila, Rafa Ruíz, quien estos días destaca por su gran actividad mediática en programas nacionales, regionales y locales. Con gran protagonismo veraniego y locuacidad se ha conducido ante esos mismos medios como una especie de portavoz de toda la isla de Ibiza, cuando tan sólo es el alcalde de Vila y, además, no sólo ha intentado sentar cátedra en algunos temas, sino que en otros ha mezclado churras con merinas porque le convenía, de paso, introducir alguna cuña ideológica o partidaria.

Vayamos por partes. Como gerente de la Asociación Ocio de Ibiza le digo alto y claro que puede contar con nosotros para ir a Madrid o al Congo Belga a reclamar más fuerzas de seguridad para Ibiza, más médicos, más bomberos y todos aquellos profesionales que velen por el bienestar de todos nosotros y de quienes nos visitan. En la misma medida le recuerdo que también es el momento de reclamar unas merecidas subidas salariales para todos ellos, por ejemplo, es tiempo de reclamar la deseada equiparación salarial con Canarias. Como empresarios del sector turístico somos los primeros interesados en contar con servicios estables y de calidad, y de paso lograr que estos colectivos y sus familias se instalen en nuestra isla en las mejores condiciones de vida posibles.

En cuanto a sus dudas y desconocimiento sobre los datos de turistas que nos visitan y la oferta ilegal, le diré que no son tan difíciles de estimar como señala. Recuerde que Ibiza es una isla, un espacio acotado. Sabemos los números de entradas y salidas en el Aeropuerto y en los puertos, por lo tanto, conocemos la suma de esas llegadas y también sabemos los números de la oferta reglada en Ibiza, así que ya tiene el señor alcalde los números de camas ilegales que tenemos en Ibiza. En este y otros temas nos damos cuenta de que el regidor de Vila se maneja muy bien en las redes sociales y a través de los medios está súper bien informado, pero tal vez le falte pisar un poco más la calle.

Igualmente, nos sorprende mucho que, en una entrevista sobre vivienda, de pronto nos hable de las bondades del impuesto turístico sostenible que, de momento, solo se ha utilizado para ejecutar proyectos por los que ya pagamos con nuestros impuestos y que, además, ya estaban presupuestados con cargo a las cuentas del Govern. Todo ello no es más que una forma de penalizar a los que cumplen las normas y eligen la oferta reglada para disfrutar de las islas.

En ese batiburrillo de declaraciones donde mezcla churras con merinas también mezcla hoteles y Beach Clubs. En relación a este tema sólo comentar que en los años 90 se obligó a cubrir las discotecas para evitar molestias. Quiero recordar al respecto al alcalde -ya que es tan joven que no vivió aquella historia tan de cerca como yo- que aquello se hizo porque la oferta de las discotecas era desde las doce de la noche hasta las ocho de la mañana y sin ningún tipo de insonorización. Hoy día afortunadamente, los demonizados Beach Clubs, están obligados a parar su música a las doce de la noche y, si no es así, las autoridades tienen carta blanca para sancionarlos, sin que esta asociación levante la voz para defenderlos.

Por último comentar que también llama la atención que un alcalde que no cuenta en su municipio con ningún hotel discoteca como él dice, ataque en un medio de comunicación nacional a este tipo de oferta, cuando según he podido leer en los medios locales, mucha de la población de su propio municipio está en contra de eventos que celebra al aire libre el Ayuntamiento que él mismo dirige y, además, con música muy por encima de los decibelios permitidos y sin cumplir el horario establecido según señalan. Creo que acordarse de los problemas de su municipio es más importante que entrar en los supuestos problemas de otros ayuntamientos.

Desde la Asociación Ocio de Ibiza opinamos que todos estamos obligados a pensar en positivo y a buscar las soluciones que susciten el mayor consenso posible entre empresarios, autoridades y ciudadanos. Uno tiene que ser consciente del mensaje que transmite en medios nacionales cuando habla de Ibiza, porque al final la imagen de nuestra isla depende de cada uno de nosotros. Todos somos Ibiza y todos tenemos que intentar remar en la misma dirección y los turistas son todos bienvenidos siempre que se comporten con responsabilidad y respeto.