Podríamos decir que hemos acabado agosto, pero no es exacto: agosto casi acaba con nosotros. El panorama tras la batalla es desolador, o sea tal y como esperábamos en mayo, porque saber los sabíamos. Cada año es peor y debemos gastar más energía y recursos para recaudar lo mismo. Esto nos debería hacer reflexionar para tomar medidas de una vez. Por ejemplo, el turismo del Todo Incluido es una sandez que ya debiera estar desterrada. Esta avalancha de inmigrantes vendiendo sus sustancias, atracando a los turistas, y acosando en todo caso a los muchachos cuando van cargados de copas, tendría que estar controlada y/o hacerles la vida imposible. Lejos de esto, cuando se les exige que cumplan las mínimas reglas de civismo se plantan media docena ante el retén municipal y presionan al policía de guardia, como ha ocurrido algunas veces.

Tráfico rodado o incluso el aparcamiento. ¿Cuántos vehículos de alquiler, por cierto matriculados en la Península, podemos aglutinar en las islas Pitiusas? Es una obviedad que no cabe ni un coche más, pero pasan los años y nadie se atreve a plantear el problema, como en el caso de los taxis pirata, que ya desembarcan en Ibiza a cientos y se enfrentan directamente con quien les recrimine su presencia. Son situaciones que demuestran que el poder les viene grande a algunos ayuntamientos y a los dos Consells.

Los cientos de miles de turistas o visitantes suponen una erosión abrumadora en todos los terrenos. Si es el agua, la calidad no alcanza los mínimos exigibles. Si es en el mar, es evidente que los emisarios o canalizaciones de desagüe depositan un exceso de excrementos o aguas negras que causan una contaminación añadida con floraciones de algas y enturbiamiento general de las aguas litorales.

Pero también en los residuos sólidos, una asignatura pendiente desde hace décadas, siempre vamos por detrás del problema y por la misma razón que los excrementos rebosan desde las depuradoras que no pueden ejercer su función, los depósitos de basura tampoco aceptan mayor carga. Estamos colapsados. ¿Y seguimos subiendo precios?