Después de haberos hablado en los anteriores artículos de la caridad, la evangelización y la pertenencia a la parroquia, al disponernos a empezar un nuevo curso pastoral, os animo a comprometerse bien con eso.
Pasados los habituales meses de vacaciones, que en nuestras Islas de Ibiza y Formentera son unos momentos especiales y buenos, nos disponemos a comenzar un nuevo curso en nuestra Iglesia diocesana. Los sacerdotes comenzamos este nuevo curso con unos días de ejercicios espirituales en la Casa de Espiritualidad de Es Cubells para escuchar la Palabra de Dios, renovar nuestros compromisos de maestros, litgurgos y pastores, sin dejar por ello de ser de todos hermanos y amigos.

Y en cada una de las parroquias de nuestra Diócesis se celebran las actividades propias para difundir y mantener la fe, animar la esperanza y promocionar la caridad, que son los elementos propios del ser cristiano. Por eso, al inicio de este nuevo curso os animo a todos los fieles a frecuentar la vida parroquial, a participar en sus actividades y a ser colaboradores de la vida parroquial.

Participar en la Santa Misa frecuentemente, y especialmente en el domingo, es algo bueno, necesario, fundamental. En cada Misa escuchamos la Palabra de Dios, estamos llamados a acogerla y a ponerla en práctica. Para ello Dios, por medio de Jesucristo se hace presente y nos da su ayuda para que nuestra vida, nuestras actividades, nuestras opciones, etc., sean como las de nuestro Maestro, Modelo y amigo que es Jesús. Participando, pues, correctamente en la Misa damos un paso importante para vivir como cristianos, para vivir como Dios, que nos ha creado, espera de cada uno de nosotros.

Es importante que en las familias se viva cristianamente y los padres, formados y convencidos de la importancia y dignidad del ser cristianos, ayuden y favorezcan que sus hijos lo sean y crezcan como tal. Los niños y los jóvenes han de recibir la formación cristiana de su familia, de su parroquia y de su colegio. Por eso, es importante que los padres den formación cristiana en el propio hogar, que acompañen a sus hijos a las actividades parroquiales y cuiden que el colegio les de también formación religiosa. Es importante, e insisto mucho en eso, que los padres inscriban a sus hijos en las clases de religión en los colegios, y además, como dispone el número 3 del artículo 27 de la Constitución Española en vigor: «Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones».

Compromiso familiar, compromiso parroquial y compromiso académico, además del compromiso correcto en el trabajo, pues, nos hace bien. Que al empezar, pues, un nuevo curso, esos compromisos sean vivos, eficaces, actuales y buenos para todos. Y con eso, lo que haremos será tener fe, esperanza y caridad. Y con esas tres virtudes nuestro mundo será bueno y cada vez mejor.

Cuando a Jesús alguien le preguntó cómo había que vivir, Él respondió con toda claridad y autoridad: «Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas tus fuerzas». Y a ello añadió: «Y amarás al prójimo como a ti mismo» (Mc 12, 29-31)

Pues bien, con la gran estima y fuerte afecto que os tengo a todos los que vivís en Ibiza y Formentera, os animo que sea un buen curso en el que la oración, la participación en los actos religiosos, la formación cristiana y la práctica de la caridad sea nuestras firmes y valientes actividades, siendo felices cada uno de nosotros y haciendo felices a los demás.