El 9 de mayo de 1502 Colón zarpo de Cádiz con cuatro navíos rumbo a las Canarias iniciando así su cuarto y último viaje. Llegó al puerto de Santo Domingo el 29 de junio y envió a tierra al capitán Pedro de Terreros para que negociara con el comendador de Lares la compra o cambio de un barco y también para que lo dejase entrar en el puerto «para guarecerse de una gran tormenta que tenía por cierto presto venir». En Santo Domingo aún había el comendador Bobadilla y Francisco Roldán, que en octubre de 1500 lo habían enviado a él y sus hermanos cargados de cadenas a Castilla. Finalmente, relata fray Bartolomé de las Casas, «viendo que no le dejaban entrar, y sabiendo como la flota de las treinta y dos naos en que había venido el comendador de Lares estaba para se partir, enviole a decir que no la dejase salir por aquellos ocho días porque tuviese por cierto de haber un grandísima tormenta de la cual huyendo él se iba a meter en Puerto Hermoso, a dieciséis millas al poniente de Santo Domingo». El caso es que el comendador de Lares no creyó que tuviese que demorar la salida de la flota y también se burlaron los pilotos y los marineros de la advertencia de Colón.

Y sigo con Las Casas, que lo explica muy bien: «Así que salió por principio de julio nuestra flota de treinta y dos navíos, entre chicos y grandes; y desde a treinta o cuarenta horas vino un extraña tempestad y tan brava, que muchos años había que hombres en la mar de España ni otros mares, tanta ni tal ni tan triste habían experimentado. Perecieron con ella las veinte velas o naos, sin que hombre, chico ni grande, dellas escapase, ni vivo ni muerto se hallase. Y como toda esta ciudad que estaba de la otra banda del río, como todas las casas eran de madera y paja, toda cayó en el suelo o della muy gran parte; no parecía sino que todo el ejército de los demonios se había del infierno soltado». En cualquier caso, es indudable que Colón era un buen observador y tenía grandes conocimientos de lo que hoy se dice meteorología, muy posiblemente adquiridos en los viajes que durante su larga estancia en Portugal hizo por las costas africanas y hasta Guinea.

Hoy en día todo es muy fácil hablar y hacer un seguimiento de los huracanes gracias a las observaciones de los satélites artificiales que hace el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de los Estados Unidos, y se detectó el pasado 26 de agosto la formación de una gran tormenta tropical, que conocemos con el nombre de Irma y que ha afectado a Cabo Verde, Azores, Puerto Rico, Cuba, República Dominicana, Bahamas, Islas de Sotavento, islas Turcas, Caicos y Florida. Sin duda, Colón era un experimentado hombre de mar.