El resultado de las elecciones al Bundestag ha sido el previsto: fuerte caída del la CDU de Angela Merkel, debacle del SPD de Martín Schulz y notable aumento del apoyo ciudadano a Alternativa para Alemania (AfD).

Merkel la misericordiosa, como le llaman los medios de comunicación de los países del Golfo que no han acogido a un solo refugiado de los dos millones de su religión que la dama introdujo de matute en su país, ha pasado de un 40 a un 33% de los votos, lo que significa una pérdida de casi un 20% de su antiguo electorado. Con el 20,7% de los votos, 5 puntos menos que en la última elección, la SPD de Martín Schulz ha cosechado el peor resultado electoral de su historia sin que, hasta el momento de escribir este artículo, le haya pasado por su cabeza la idea de dimitir, tal vez porque piense como Pedro Sánchez de la Preveyéndola que, en ocasión similar, calificó con razón su resultado electoral de «histórico» y se quedó tan ancho sin tampoco dimitir. La sonrisa inane del político alemán al comparecer hoy ante los medios demuestra la talla intelectual y moral del individuo. Ambos especímenes son fieles representantes del declive de un partido que en toda Europa va perdiendo votos elección tras elección por ser incapaz de ponerse al día y aferrarse a la repetición ad nauseam de cantinelas igualitarias cada vez más desfasadas.

En cuanto a Alternativa para Alemania (AfD), ya se ha convertido en la tercera fuerza política Federal con algo más de un 12,6% de los votos y unos 94 escaños de los 631 del Bundestag. Como ya señalé en un artículo en este medio, la lectura del programa electoral de la AfD no permite detectar trazas de ultraderechismo y sí, en cambio, medidas muy sensatas de un partido de derecha liberal; pero ya se sabe que quienes no han leído una línea de dicho programa se permiten compararlo nada menos que con el nacionalsocialismo, demostrando que la estupidez es libre aquí y en Sebastopol.

Se dice que la misericordiosa tendrá que echar mano de una coalición «Jamaica» (negro, amarillo y verde) con el partido liberal y … Los Verdes, puesto que la gran esperanza roja (hoy frustración) de la socialdemocracia ha anunciado que no renovará la gran coalición para pasar a la oposición.

Merkel ha declarado que convendrá analizar qué ha llevado a tan alto número de votantes a impulsar a la AfD y no creo que tenga muchas dificultades en concluir que ha sido la traición a las convicciones de sus propios votantes, algo que en España ha llevado a cabo a la perfección el aparentemente incombustible gandumbas de la Moncloa.