Creo que en ese intento de proclamar la independencia atropelladamente, en esa necesidad que también tiene Rajoy de negociar sobre suelo jurídicamente potable para poder abrir el melón constitucional (veremos si lo consigue), las Baleares han jugado un papel distante, la presidenta titubeó ligeramente pero también fue al desfile de las Fuerzas Armadas, bien es verdad que una minoría ecosoberanista se ha sacado de la manga no una hoja de ruta (porque para hacerla hay que currar bastante como se la ha currado Junqueras), pero sí han balbuceado los cachorros de Biel Barceló que habría que poner el debate independentista balear sobre la mesa. En realidad, nuestros ecosoberanistas están esperando, ansiosos, lo que pasa en Cataluña para ver qué pueden copiar de aquel procés, porque plagiar es lo suyo, no son capaces de fabricar su propio modelo, les viene muy bien todo ese asunto de los païssos y si les fagocitan los pdcateros, junquerianos y cuperos pues entonces les hacen el trabajo y ellos pueden seguir a la bartola. Es verdad que Baleares tiene una cultura propia muy potente, de las más potentes de Europa y es verdad que muchos de los hilos forjadores de la misma tienen poso común con la historia y las tradiciones de Cataluña y Valencia, pero podríamos decir lo mismo de Méjico o de Colombia respecto a España, hay un substrato, un humus, pero cada uno de esos territorios tiene su idiosincrasia y no hay que ser vasallos de Madrid ni tampoco cambiar ese vasallaje por un rendir pleitesía a Barcelona, por otra parte no olvidemos que Balears vive del monocultivo turístico (no tiene una economía diversificada) y empezar con la cantinela de que España nos roba, pues no sé si sería bueno, España es como una balanza romana: recibes, das.