Resulta que los caudales regenerados en la depuradora del Prat del Llobregat permitirán recursos equivalentes al consumo del 25% del área de Barcelona, así que la Agencia Catalana del Agua (ACA) y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) han llegado a un acuerdo para incorporar al sistema de abastecimiento regional las aguas tratadas en el sistema terciario de la citada depuradora del río Llobregat. Y lo más destacable es el plan para bombear agua desde la planta de El Prat hasta Molins de Rey y luego verterla al Llobregat para aumenta su caudal para el área de Barcelona. De manera que para combatir la sequía no solamente el agua tratada servirá para aumentar los caudales que circulan por el río, sino que también contribuirán a la recarga de los acuíferos, según un artículo de Antonio Cerrillo publicado en La Vanguardia el pasado día 23. Cierto es que lo dicho no es enteramente aplicable a nuestra isla, pero sí está muy claro que aquí y ahora las aguas depuradas se vierten al mar, no se aprovechan y podrían ser, previamente tratadas, para ayudar a combatir la sequía que nadie sabe cuándo acabará, si es que lo hace algún dia. Así que los caudales serán potabilizados, cerrando todo el ciclo hidrológico, en lugar de verterlos en el mar.

Cabe recordar ahora que nuestras instituciones políticas insulares muy poco hacen para combatir la sequía, hasta el extremo que se permiten tener inoperativa la nueva desaladora de Santa Eulària, cuyo ayuntamiento ha pedido al Govern –como ha recordado nuestro ‘Periódico’- que esté preparado para suministrar agua de la planta desaladora el próximo verano. Y el ejecutivo ha dicho que si lo piden los ayuntamientos está preparado. La cuestión es que la desaladora de Santa Eulària está terminada hace unos siete años, lo cual es difícil de comprender dado las penurias acuíferas que sufrimos. Debe ser manfutismo -pienso- o a una muy deficiente actuación política.

En cambio, es digno de elogio la presentación de la Asociación para la Defensa del Agua y el Reciclaje (ADAR) presentada el pasado 16 de diciembre en Jesús, en un encuentro denominado ‘Construint Poble’ y organizado por ‘Jesús en Transició’, consiguiendo una entente entre diferentes asociaciones, cooperativas y entidades. ADAR, por cierto, está contra el negocio de la privatización del agua y, en relación a la ecotasa, señalan que «queremos dejar claro que no nos oponemos a la remodelación del paseo de ses Figueretes, pero sí a que se financie con fondos cuyo objetivo se destinarían priorizando proyectos medioambientales». Y otra cosa: insisto en que la recaudación de la ecotada sea para los ayuntamientos, que son los que saben las mejoras que deben realizar.