Cataluña va a ser el primer país del mundo que va a conseguir la independencia no gracias a un cruento levantamiento armado o a un acuerdo de Tabarnia con Tractoria, sino por hartura de los demás; o sea, es tal la pesadez informativa del posprocés que es el procés que ahora ya está en marcha, que vamos a acabar todos exhaustos, y vamos a aceptar que Hernán Cortés y hasta Imperio Argentina, por no hablar de Luis Lucena, son todos catalanes con tal de que nos dejen en paz. ¡Qué fartura! Les vamos a comprar todos los porteros automáticos a Sazatornil, pero dejadnos descansar mentalmente, nada en exceso decían los clásicos. Somos muchos los que con DNI español estamos hasta el gorro de la paliza constante de estos señores de JxCat, JxSí, JxJ, JXC, pero si es que no paran, ¡Junqueras tu que eres católico, descansad los domingos que es fiesta de guardar! Erre que erre, otra vez estamos con el mismo rollo de antes de la aplicación laxa del 155, que en realidad no se ha llegado a aplicar nunca. La mayoría de los sediciosos ya han renegado y han alabado la Constitución por imperativo de no querer estar más en la trena escuchando el Viva España de Manolo Escobar. Al final, lo de llevar al país casi al precipicio, con repercusiones económicas muy graves para los más humildes, con una malversación de fondos públicos impresionante, les va a salir no como al Lute cuando robó una gallina, que por eso a Eleuterio lo empuraron, sino les va a salir como una multa de botellón municipal. Y por si fuera poco, ha nacido un nuevo inmolado, el Torrent o el Torrente ese del Parlament, que se cree ser el brazo listo de la ley.