Ha saltado la polémica esta semana por una guía que ha editado el Ayuntamiento de Zaragoza sobre el peligro de las drogas e informando de la mejor manera para drogarse con cabeza. Para unos esta guía es una provocación y dicen que incita al consumo mientras para otros es una manera de evitar males mayores. Drogas ha habido siempre, de todo tipo y el negocio que se mueve en torno a ellas, tanto legales como ilegales, es inmenso. Hay tantos intereses creados que la lucha para erradicarlas siempre ha sido en vano mientras millones de personas han arruinado sus vidas. Cuando hablamos de drogas no olvidemos de que el alcohol es una de ellas y casi la peor, la que más vidas ha destrozado y la que al ser legal ha jugado más sucio con el apoyo y visto bueno de todos los gobiernos y países de Occidente. Sólo con Educación y creando hábitos saludables entre los más jóvenes conseguiremos que algún día vivamos en una sociedad más sana en la que no haga falta colocarse para ser feliz. Desde la familia son los padres los primeros que han de enseñar desde el amor y no desde la represión y deben mostrarse como un ejemplo a seguir. Mientras los hijos vean como sus padres tapan sus carencias emborrachándose o sin ser capaces de socializar sin beber alcohol estos seguramente acabarán bebiendo o drogándose porque será lo que han visto en sus casas y repetirán patrones y entonces no podremos hacernos los sorprendidos. Escandalizarse por una guía a lo mejor da votos y nos sirve para echar balones fuera pero la responsabilidad final de que los jóvenes se droguen está en todas y cada una de las familias y hogares. Dejemos de banalizar el consumo de alcohol y después no tendremos que preocuparnos por otras drogas. Hablemos de alcohol y drogas abiertamente y enseñemos a vivir con cabeza desde el ejemplo.