Dicen que si te engañan una vez es culpa del que te engaña y si te engañan dos veces pues ya es culpa tuya y si te engañan ya tres o cuatro veces es que te va el rollo o eres muy tonta y así se deben de sentir muchos gays y lesbianas votantes y afiliados del Partido Popular al enterarse de que ese partidazo de centro liberal ha presentado una enmienda a la Ley LGTBI presentada en el Congreso buscando descafeinarla al máximo y traicionando a su palabra dada y firmada por Javier Maroto en 2017 para así poder tener su minutazo de gloria portando la pancarta que encabezaba la manifestación del pasado World Pride en Madrid. En esta bochornosa enmienda, los populares, entre otras cosas, excluyen la despatologización de la transexualidad, las sanciones por discriminación o la formación en diversidad entre otras cosas. Hay demasiados gays y lesbianas viviendo con un Síndrome de Estocolmo que no les puede traer nada bueno. Defienden lo indefendible y a estas alturas aún justifican su apoyo al PP pretendiendo dar a entender que son unos grandes gestores ¿En serio? Ya no cuela, ya no hay por donde pillarlo. El PP es un partido de ladrones corruptos, de malos gestores, de homófobos disfrazados con piel de cordero y ha llegado el momento de decir basta. Gays, lesbianas, bisexuales, trans y heteros con dos dedos de frente si os queréis y nos queréis no votéis a los que nos odian, a los que buscan seguir discriminando y a los que han engañado a España entera. Además esperemos que los Ciudadanos de Albert Rivera se cuestionen su apoyo ciego al Gobierno de Rajoy, llevan un par de años regalando su apoyo y cuando lleguen las Elecciones habrá que juzgar también a los naranjitos que hasta ahora siguen siendo cómplices de que los populares sigan haciendo desmanes varios. El miércoles se suicidó Ekai, un chico trans de 16 años en Euskadi. Con una ley LGTBI seguramente se podría haber evitado.