El domingo pasado, ABC publicó una entrevista con el primer ministro portugués António Costa, líder del partido socialista del país vecino; la mayoría de sus respuestas a las preguntas que le formularon el director del periódico Bieto Rubido y Ramón Pérez-Maura mostraron un nivel intelectual y una fineza política que para sí quisieran muchos de sus colegas europeos como el desconcertante Schulz y el desunocertado Pedro Sánchez del Noesno.

Últimamente, Portugal viene experimentando un crecimiento notable basado en un incremento sustancial de las exportaciones y de la inversión extranjera y su tasa de paro ha descendido al 8%. Preguntado si lo anterior hubiera sido posible sin las medidas de austeridad introducidas por su predecesor Passos Coello, Costa respondió que no iba abrir una pelea sobre el pasado porque «el pasado pasado está y la historia de un país es algo continuo. Desde Afonso Enriques hasta hoy todos hemos contribuido para lo bueno y para lo malo. Lo importante es seguir hacia delante». Frente al maniqueísmo de nuestras izquierdas la respuesta contrasta por su cordura.

Portugal pretende hoy a hacer algo muy importante para el marco financiero europeo desarrollando un proceso de planificación dirigido a obtener la estabilización de su estrategia de desarrollo como algo nacional y no partidista, lo que tiene mucho mérito teniendo en cuenta la correlación de fuerzas del arco parlamentario del país vecino y el hecho de que el país cuenta con un presidente conservador, Marcelo Rebelo de Souza. Son varios los políticos portugueses que ostentan cargos de relevancia en Europa y en el mundo: Antonio Gutiérrez es Secretario General de Naciones Unidas, Vítor Constâncio en el Banco Central europeo y Mario Centeno presidente del Eurogrupo, algo que no sorprende al primer ministro entrevistado, pues lo considera herencia de la historia de su país que «sigue una senda de creación de amistad en todo el mundo», algo que considera importante porque «los países no se miden por su tamaño sino por su capacidad de inserción global y la Península ibérica ha abierto Europa al mundo y la ha conectado con el Atlántico, el Índico y el Pacífico».

La lectura de la entrevista al Primer ministro portugués da qué pensar, pero lo primero que viene a la mente es la posibilidad de ofrecerle la secretaría general del PSOE por si consiguiera que volviera a la cordura que hace tiempo abandonó.

Nota para víctimas de la LOGSE: en portugués António lleva tilde. Para tilde, consultar el diccionario.