Una de las principales necesidades urgentes de nuestro país es crear un nuevo marco laboral, pero para acabar con la precariedad hace falta algo que, hoy, no todos tienen: ambición de país.

Los viejos partidos, ante los problemas y los retos del mercado laboral, cierran los ojos; y los populistas, simplemente se bajan del tren. Ciudadanos propone cambios y la líder de la formación naranja en Madrid, Begoña Villacís, encargada de presentar el proyecto, ha afirmado que «ha llegado el momento de plantearle una enmienda a la totalidad al paro, a la temporalidad y a la precariedad». Ha llegado el momento en España de acabar con la precariedad laboral. Nueve de cada diez contratos son basura, de usar y tirar, y las personas no son basura, ni de usar y tirar.

El ‘Nuevo Modelo Laboral’, ley de lucha contra la precariedad, contiene una batería integral de medidas para terminar con la precariedad, dar más flexibilidad a pymes y autónomos en la contratación, y llevarte los derechos generados si te vas a otra empresa. Con esta nueva iniciativa nadie pierde y compagina estabilidad y competitividad. Se trata de acabar con el paro y la precariedad endémica en nuestro país tras décadas de fracaso del bipartidismo. No se trata de otra cosa que de proponer un marco de relaciones laborales para el siglo XXI en el que se rompa, definitivamente, el muro de discriminación entre los trabajadores fijos y los trabajadores temporales para que todos tengan las mismas oportunidades.

Los tres pilares sobre los que se sustenta esta iniciativa son, por un lado, el contrato único que supone más simplicidad, fin a la contratación precaria, y más protección y flexibilidad para nuestros trabajadores. Con esta medida se elimina el contrato temporal y solo se mantiene el de formación y el de sustitución de trabajadores, que contempla 20 días de indemnización por despido (33 días si es improcedente). En segundo lugar, una mochila de derechos que permite que un trabajador se vaya a otra empresa en la que pueda crecer (8 días por año trabajado) y que un empresario incorpore a otro trabajador, sin causar perjuicio a nadie. En tercer lugar, propone bonificar a las empresas, premiando a aquellas que creen más estabilidad: las empresas que menos despidan pagarán menos a la Seguridad Social

El mercado de trabajo es el gran fracaso de nuestra democracia: la solución para los socialistas es derogar y derogar para volver a la fracasada política laboral de Zapatero, que dejó en la calle a más de tres millones de personas, mientras que los conservadores solo pretenden dar nuevas vueltas de tuerca a la precarización sin ofrecer mejoras en la protección de los trabajadores.

En 2018, uno de cada cuatro trabajadores vive en la miseria por culpa de los contratos basura. En 2017, el 93% de los contratos firmados fueron temporales. España es «líder» en precariedad laboral, ya que, en efecto, de los 21,5 millones de contratos que se generaron en España el año pasado, 20 millones fueron temporales.

Atacando el problema de la precariedad se aborda también el del sistema de pensiones, otra de las grandes tareas pendientes en España: sin empleos dignos no habrá pensiones dignas.