A finales de diciembre 2017 conocimos una encuesta que tuvo cierta repercusión en Baleares: los turistas alemanes consideran España como un país inseguro para veranear. Dicho al revés, solo el 49% nos considera como un destino confiable. Estos datos se conocieron tras los atentados del terrorismo islámico en Barcelona y Tarragona y los escandalosos sucesos del proceso separatista. Unos meses antes, Barcelona había sido noticia en la prensa europea por los extraños ataques con pintadas e insultos a un bus turístico y una proliferación de pintadas contra los turistas. Todo ello, debidamente condimentado por la prensa alemana debió potenciar esta percepción de peligro, que se replicó en Francia, Italia, Reino Unido y países nórdicos.

He empleado la palabra «percepción». Dudo que la realidad confirme este peligro, esta inseguridad que tanto retrae la contratación y de hecho en Cataluña lo notaron desde el primer instante. Porque en Alemania la hay en dosis muy superiores, a pesar de que la prensa oculta la violencia de la invasión islámica en Centroeuropa y países escandinavos. No hace falta recitar la lista de ubicaciones en Francia y Alemania que han sido castigadas por el terrorismo y lo son a diario por el comportamiento agresivo y peligroso contra las mujeres alemanas. Por ello, sorprende la percepción de inseguridad en España, en especial en Cataluña.

Tomamos nota en Baleares, pero siempre repito lo mismo: el mayor peligro para un británico o un germano es encontrarse con un compatriota que va colocado y empieza la bronca. Los europeos saben que no hay un país turístico en el mundo más seguro que España. De hecho, lo confirman en la propia encuesta de satisfacción. Vamos detrás de Austria, Suiza e Italia.
@MarianoPlanells