Mi abuela siempre lo decía… «y no buenas razones». En ocasiones vale más actuar a tiempo y ser valiente tomando decisiones difíciles, que llenar páginas de razonamientos y reflexiones que al final no solucionan ningún problema. Por mucho que se hable y se dé vueltas a un tema, si al final no se actúa, no sirve para nada. Cuando reivindicas un cambio debes, además, luchar con todo lo que esté en tu mano para que éste se produzca. Muchas mujeres en altos cargos directivos y también políticos alzan la voz diariamente para denunciar desigualdades entre hombres y mujeres, brechas salariales injustas, tratos denigrantes por parte de ciertos hombres… al final está en nuestra mano, en la de cada una de nosotras, hacer que estas cosas vayan cambiando. Por nosotras y por las que no pueden o no tienen capacidad para poder hacerlo. Y aunque creas que poco puedes hacer, cada pequeño detalle, cuenta.

Yo ayer no hice huelga. Vine a trabajar a la TEF para poder contar a los ciudadanos de Ibiza y Formentera lo que muchas mujeres estaban haciendo este día. Vine a trabajar para visibilizar la labor de mis compañeras y compañeros en la lucha contra la injusticia y la desigualdad de géneros. Y además vine a informarles a todas ellas de que ésta empresa en la que trabajamos, donde el 80% somos mujeres (muchas de nosotras en puestos directivos) y donde por supuesto no hay brecha salarial, no les iba a descontar el día de huelga. En mi opinión, la mejor manera de contribuir activamente a que todo, poco a poco, vaya cambiando. Una decisión que, seguramente, pocas empresas dirigidas por hombres y también por mujeres, tomarán. La segunda decisión valiente que esta casa toma en contra de sus propios intereses económicos y en beneficio de la lucha por la igualdad y la tolerancia.