La redactora jefa de eldiario.es, Raquel Ejerique, escribió estas palabras en su cuenta de Twitter el pasado 25 de abril: «Cristina Cifuentes ha dimitido hoy. Es la consecuencia de un trabajo periodístico de 35 días y más de 40 personas. Unas hemos firmado y hemos salido en la tele y otras han hecho un trabajo tenaz e invisible. El periodismo ha ganado a la corrupción y la mentira. Gracias». Un comentario que tuvo más de 10.000 retuits y 28.000 likes, entre ellos el de algún concejal socialista en el Ayuntamiento de Vila que apenas cinco días después dedicaba el siguiente tuit a este medio de comunicación por destapar el contenido del informe que ha provocado la dimisión de Alfonso Molina: «Sucios, rastreros, mentirosos y todos esos adjetivos que os merecéis. #asco».
Un claro ejemplo del talante y del desprecio absoluto que algunos de nuestros dirigentes tienen hacia quienes consideran que no son de su cuerda pero que ni mucho menos afectan al ánimo de quienes nos dedicamos a contar la verdad caiga quien caiga, como ya hemos demostrado en este periódico en más de una ocasión. Nuestros lectores pueden estar tranquilos que las amenazas y ataques que recibimos en las redes sociales no nos harán mover ni un milímetro de nuestro rumbo, por lo que si descubrimos que algún otro cargo público no se ha comportado como debe intentaremos que sean los primeros en enterarse. Eso sí, que acaben o no dando explicaciones ante un juez ya es tarea de otros.