La ‘fortaleza política’ de Alfonso Molina se quebró. Sacrificado por una presidenta balear, Francina Armengol, y por un PSOE mallorquín obcecados en ejercer el poder como sea. Sacrificado por un alcalde -y supuesto amigo- al que ha suplido como alcalde ‘en la sombra’ durante tres años por capacidad de trabajo, dedicación y por competencia. Sacrificado por unos socios de Guanyem que hicieron de la transparencia y la limpieza su única razón de ser y consintieron la falta de transparencia y de limpieza hasta que sus ‘primos hermanos’ de Podemos les hicieron ver que o se sacrificaba a Molina o se quedaban en la nada, porque nada ofrecen. Al margen de cuestiones judiciales y administrativas, a Alfonso Molina lo han sacrificado los ‘suyos’ por mera, desagradecida y mezquina estrategia política y electoral.

El sacrificio de su primer teniente de alcalde y concejal de Hacienda es una burda maniobra del alcalde socialista Rafael Ruiz González y de todo su equipo de Gobierno de PSOE y Guanyem para ‘salvarse de la quema’ , aunque, desde el primer momento, cerraran filas amparando y justificando el silencio de Molina a dar explicaciones públicas, inmediatas y completas sobre sus actividades empresariales que están siendo investigadas por la Justicia y que han sido cuestionadas por otras administraciones públicas y por los medios de comunicación. Quienes colocaron al señor Molina en las listas electorales de 2015 como número tres de la lista socialista al Ayuntamiento de Eivissa, pese a su condición de imputado/investigado, son los mismos que hoy descargan lastre y dan poco o nada las gracias por los servicios prestados.

Mientras Rafael Ruiz González ponía ‘la mano en el fuego’ por su primer teniente de alcalde, el resto de los vecinos de Eivissa no entendían que un servidor público no ofreciera desde el primer momento públicas explicaciones sobre las informaciones que estaban apareciendo en torno a su actividad empresarial y sobre la denominada causa ‘Eivissa Crea’. El mismo alcalde que amparaba un comportamiento tan antidemocrático, impropio de un representante público y absolutamente carente de toda transparencia política es el que hoy se ha cobrado la cabeza de su ‘amigo’ con tal de mantenerse en el puesto.

Ruiz González ha intentado cuestionar la independencia de la Inspección de Trabajo y los órganos de control del Govern balear y del poder judicial acusando al Partido Popular de estar detrás de decisiones e investigaciones administrativas y judiciales; Molina ha intentado desprestigiar el trabajo y la profesionalidad de los trabajadores públicos del Govern balear como única defensa de su irregular actuación empresarial. Uno sigue en el cargo; el otro ha sido sacrificado. Ni el alcalde ni el señor Molina han ofrecido explicación alguna sobre el caso ‘Eivissa Crea’ en el que se involucra al ya ex concejal socialista -junto a un ex conseller del PSOE- en la supuesta creación de una trama empresarial para lucrarse de fondos cofinanciados por la Unión Europea para facilitar el acceso a un puesto de trabajo a los centenares de parados de la ciudad de Eivissa. Quizás el alcalde de Eivissa, Rafael Ruiz González, tenga el valor de dar estas explicaciones a los vecinos de Eivissa y a sus legítimos representantes en el pleno extraordinario que ha solicitado el Partido Popular.

Los insultos y los ataques del Partido Socialista y del propio alcalde de Eivissa contra el Partido Popular en el proceso judicial ‘Eivissa Crea’ demuestran que el control del Gobierno municipal por la oposición, la transparencia y el respeto a otras administraciones públicas y a la autoridad judicial no son conceptos que comparta el señor Ruiz González y, de hecho, le ofenden tanto que le han costado la ‘cabeza’ a su primer teniente de alcalde.

Dejando de lado todas estas cuestiones, personal y políticamente, debo destacar la educación y el ‘fair play’ parlamentarios de Alfonso Molina, el único con quien se ha podido dialogar y quien, casi siempre, ha estado dispuesto a consensuar con la oposición. Me temo que nadie -desde luego, no lo harán Rafael Ruiz ni Joan Ribas- heredará esa caballerosidad política en el PSOE de Vila o en Guanyem, dispuestos a inmolar a su alcalde ‘de facto’ de Eivissa con tal de mantenerse en el poder. Mi reconocimiento, pese a todo, a quien ha sido un gran adversario ideológico. #PSOE/GuanyemSinStyle