Cuando Mariano Rajoy llegó a la Moncloa en 2012 una de sus primeras medidas y la más miserable sin duda fue la retirada de la tarjeta sanitaria a todos los inmigrantes sin papeles residentes en España para así según los populares ahorrar dinero recortando en humanidad y en ser buenas personas. Pedro Sánchez nada más aterrizar en el cargo de presidente de todos los españoles ha vuelto a instaurar la sanidad universal para todas las personas que viven en España independientemente de su estatus legal. Ernest Lluch estaría orgulloso. En nada han salido los xenófobos y españolistas varios clamando porque según ellos así España se hunde, las listas de espera se disparan y el “efecto llamada” hará que nuestro sistema sanitario se vuelva insostenible. Es de cobardes y/o ignorantes el culpar a los inmigrantes de las listas de espera y del mal funcionamiento de nuestra sanidad que a día de hoy sigue siendo con muchísima diferencia una de las mejores del Mundo. Negarle la asistencia sanitaria a alguien con la excusa de ahorrar es algo que nos debería hacer reflexionar sobre nuestra calidad humana y es que con la salud y las vidas humanas no se juega. No debemos de olvidar que España es un país de acogida pero a la vez es un país de emigrantes y no debemos tratar a nadie en nuestro país como no nos gustaría que tratasen a los nuestros en otros países. En Baleares tenemos sanidad universal desde que llegó el Pacte en 2015 y no tenemos un peor servicio sanitario que en otras CC.AA. Debemos reclamar a nuestros políticos que inviertan mucho más en sanidad, que recorten las listas de espera y se dejen de rescatar bancos, autopistas o despilfarren en tantas cosas prescindibles para centrarse en lo que realmente importa que son las personas que viven en España y entre todos hagamos mucha más pedagogía contra la xenofobia que falta nos hace.