Que la Justicia en España no es igual para todos lo demuestra que Iñaki Urdangarin haya ingresado en la cárcel de mujeres de Brieva en Ávila, dicen algunos. Sin embargo allí cumplió su condena Luis Roldán, por lo que hay precedente. Pero el Tribunal Supremo ha dicho también que la infanta Cristina de Borbón no debió sentarse en el banquillo porque nunca hubo razones para ello. El «conchabeo» del juez José Castro con el «sindicato» Manos Limpias nunca fue claro, por más que el magistrado jubilado vaya ahora a rajar a La Sexta para ajustar cuentas con el exfiscal Pedro Horrach. Si los abogados de la infanta no movían un dedo sin que lo supiera Horrach, Virginia López Negrete (ahora investigada en la trama de extorsión que tiene abierta la Audiencia Nacional) no movía un dedo sin que lo supiera Castro, que buenos gintonics se bebían juntos en es Molinar.

Con todos los casos de corrupción que ha habido en Balears tan solo tres empresarios han ido a la cárcel. Alfredo Conde, propietario de Studio Media Comunicación en el caso Temps d’Esport; y ahora Diego Torres e Iñaki Urdangarin. Muchos han sido condenados y diría que todos devolvieron el dinero malversado, porque justamente eso era lo que les evitaba ir al trullo, además de cantar la Traviata. Pero a la cárcel solo han ido estos tres, si las cuentas no me fallan. ¿Acaso fue encarcelado el empresario Román Sanahuja de Sacresa por el soborno millonario a los políticos de UM en el caso Can Domenge? ¿Acaso ingresó Miguel Romero (q.e.p.d.) de la agencia Nimbus? ¿O Miquel Ramis, de la hotelera Grupotel, que contrató en el Hotel Valparaíso a Maite Areal, mujer de Jaume Matas? ¿Acaso ingresó Miquel Oliver de Video U? ¿Acaso ingresaron los que llenaron la caja de Cola Cao de Antonia Ordinas en el CDEIB?

Es cierto que ha habido empresarios que han estado en prisión preventiva, cosa que siempre ha perseguido hacerles cantar, fuera verdad o no. Los socios de Minser en el caso Voltor; Antoni Roig de empresas Roig para que pringue a Álvaro Gijón; y más recientemente Tolo Cursach. Pero por sentencia firme solo han sido encarcelados Conde, Urdangarin y Torres. ¡Con todos los que ha habido! A estos tres los han triturado. También a los responsablespolíticos. Y sin embargo ni un solo funcionario ha visto la cárcel. Ni tan siquiera peligrar su puesto de trabajo. De trato de favor con Urdangarin, nada de nada. Encarnizamiento mucho. Pero eso ahora, ¿a quién le importa? Y lo llaman Justicia.