Hoy, con la gracia y la ayuda de Dios hemos llegado a nuestras fiestas patronales, y hoy es la Solemnidad de la Virgen de las Nieves, preparada con un triduo que hemos celebrado los pasados días 2,3 y 4 de este mes agosto en la Parroquia de Santa Cruz, y el miércoles, día 8 tendremos la fiesta de San Ciriaco, Diácono y mártir.

La Virgen María, Madre de Jesús y desde la Cruz de Jesús Madre nuestra, es venerada con distintos nombres, que son expresión de sus actuaciones en la tierra por encargo de Jesús. El nombre de las Nieves fue dado a la Virgen por una historia romana. Y en nuestras Islas de Ibiza y Formentera hace ya casi 8 siglos que tenemos a la Virgen con ese título, como ayuda y mediadora, pues cuando el 8 de agosto de 1235 fueron conquistadas por un grupo de católicos viniendo desde Cataluña teniendo presente que la fiesta de la Virgen más cercana era esa de las Nieves, agradeciéndole a Ella su ayuda y su intervención como Madre y Maestra, le dedicaron a ella un templo en la zona de Dalt Vila, templo que ha ido creciendo y es ahora la Catedral.

La Virgen María no es un mito ni una deidad ancestral sino una figura histórica, original y propia del cristianismo. Fue la madre histórica de Jesús, y Jesús, siendo Dios nos la dio como madre espiritual de todos nosotros.

Así, en su fiesta la vemos y celebramos como madre, sintiéndonos implicados en esa maternidad divina. Y además es también mediadora de la gracia, intercediendo ante su Hijo Jesucristo por todos nosotros y así nos ayuda a los ibicencos y formenteranos sosteniéndonos en todo lo bueno de nuestra vida. Y así nos sentimos implicados a obedecer sus consejos de maestra y madre.

Que su fiesta de hoy nos haga, pues, muy cercanos a Ella, muy acogidos por ella, muy cumplidores de sus planes buenos para con nosotros.

Y el miércoles tendremos la fiesta de nuestro otro Patrón, San Ciriaco, Diácono y mártir de Roma. El ocho de agosto de 1235, día que el calendario litúrgico señala la memoria de San Ciriaco, Ibiza y Formentera recuperaron su carácter cristiano con la llegada de unos cristianos venidos desde Cataluña.

Y así, ese día del 8 de agosto nos invita a contemplar la figura de San Ciriaco y recordar como nuestra historia en esa ocasión hace casi ya ocho siglos empezó a tener una identidad propia y buena.

San Ciriaco fue un diácono que predicaba, administraba sacramentos y ayudaba a los pobres y necesitados, y con ello consiguió muchas conversiones. Así, siguiendo a Jesucristo como nos corresponder hacer a los cristianos, y ayudando a todas las personas y especialmente a los enfermos y necesitados no renunció nunca a la fe y fue martirizado. Su vida, sus obras, sus palabras son una buena enseñanza para todos nosotros.

Sus restos se encuentran en Roma en una capilla, la Iglesia de Santa María en Vía Lata cerca de la famosa plaza de Venecia. Sintiéndome ibicenco cristiano es costumbre mía siempre que voy a Roma ir a rezar allí y allí he llevado siempre a todas las personas de nuestras Islas que me han acompañado en estos trece años que tengo la suerte y la alegría de servir aquí.

Estas dos fiestas de nuestros patronos son, pues, una buena acción para nosotros. Y animándoos a vivirlas bien y con alegría, inspirados por los ejemplos de la Virgen y de San Ciriaco, asumamos el compromiso de hacer que nuestras Islas sean lugar de bien, libertad, paz y amor.

Y un camino para ello es ello es entregarse, de forma decidida y generosa, en el servicio a todos dando así abundantes frutos de progreso integral y genuinos valores humanos y cristianos, solidaridad y paz social, respeto y colaboración, bajo la protección de la Virgen nuestra Patrona y de San Ciriaco, nuestro Patrón, venerado también en toda Europa, en Italia, en Francia, en Alemania. Así caminemos decididamente al servicio a todos, y nuestra sociedad conserve y cuide sus raíces cristianas.