Septiembre es época de vuelta al colegio y a las rutinas para los estudiantes. Incluso en una isla como la nuestra, que el verano es ajetreado y bullicioso el inicio del curso escolar vuelve a traernos problemas que arrastramos desde hace más de diez años.

Desde Infantil hasta Bachillerato, pasando por Primaria, las infraestructuras educativas en Formentera son cada vez más preocupantes, y a pesar de los intentos del Consell por minimizar la importancia de estos hechos, año tras año queda patente la necesidad de ampliar y mejorar tanto los espacios como el plan educativo de nuestros centros.

Podemos hablar de la educación pública y de la concertada, porque de todo hay en este casa. Corría el año 2007 cuando se empezó a atisbar la necesidad de ampliar el Colegio Público de San Fernando con una escuela de doble línea puesto que era evidente que se quedaba pequeño, se inicia entonces una lucha a la que nos tiene lamentablemente muy acostumbrados el Consell en la que el solar cedido para iniciar las obras incumple la normativa y por lo tanto se dilata un proceso que ni siquiera había empezado con el sello característico de GXF: desoír a los técnicos, recurrir las sentencias al Tribunal Supremo....y en definitiva presentarnos en 2018 con barracones en el Centro educativo porque de momento el proyecto definitivo ni está ni se le espera.

Por otra parte, y dada la necesidad imperiosa de ampliar las plazas educativas fue en este caso el Colegio Concertado Virgen Milagrosa, en el año 2013, el que solicita iniciar las obras para abrir un nuevo colegio de primaria de una línea, pero el Consell vuelve a meterse en embrollos judiciales y a dilatar, esta vez, más por ideología que por inoperancia, la posibilidad de ampliar dicho colegio.

Una ampliación que cuenta con el respaldo de 1.500 formenterenses que firmaron en pro de la creación de esta nueva escuela de primaria en la isla, que acogería a 150 alumnos de la isla, una oferta educativa inédita hasta ahora en la isla y que además permitiría reducir los ratios en el resto de escuelas públicas y eliminar las aulas prefabricadas en las que muchos de los escolares pasan el curso.

Y si no tuviéramos suficiente con la educación primaria, por algún motivo que se desconoce, desde hace algunos años se viene produciendo un éxodo educativo de nuestros jóvenes de educación secundaria, cuyas familias deciden que cursen los estudios en Institutos de Ibiza, con el coste económico y el desgaste físico y psicológico que ello comporta. El Instutito Marc Ferrer necesita más aulas, pero nada de sabe de ello....tampoco nada se sabe de los alumnos que deciden abandonar el centro para estudiar fuera de la isla. El Consell hace mutis por el forro, deciden mirar hacia otro lado con un problema que desde el Partido Popular se ha puesto sobre la mesa en cada debate sobre el estado de la isla que se ha celebrado. Necesitamos conocer el problema, saber qué esta ocurriendo en nuestras aulas y elaborar un plan de choque para luchar contra este éxodo educativo que para empezar, no todas las familias pueden permitirse y que por lo tanto, puede desembocar en abandono escolar.

Sí, empieza el curso escolar en Formentera, pero los políticos de GXF ya tienen varios negativos y deberían quedarse castigados sin patio.