Hay una noticia de estos días que ha pasado completamente desapercibida bajo los despojos de ministras y astronautas que tienen empresas interpuestas para no pagar impuestos y encima suben los impuestos a los demás.

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Abella, ha dicho que España no ha aprovechado el brexit para atraer empresas con sede en la Gran Bretaña y que ha sido un asunto desaprovechado, que seis o siete países se nos han adelantado en toda regla, entre ellos Alemania y Francia, mientras nosotros estábamos en el sueño de Morfeo Sánchez y en el preprocés y postprocés de Wilfredo el Velloso cuyo primer efecto fue que infinidad de empresas salieron sin barretina de aquel Condado y lógicamente, cómo van a venir empresas con sede en Londres a España si de sitios de España salen las propias empresas españolas y hasta las propias empresas con seny.

El desaprovechamiento del brexit, de infinidad de puestos de trabajo bien remunerados y de calidad que hubieran venido muy bien a las arcas de la economía española, gracias a que nuestra casta y anticasta política no ha planificado nada y estaba o en los efluvios nacionalistas o queriendo poner impuestos a las tecnológicas, es de una gravedad extraordinaria.

Que estemos con la momia de Franco o con la creación de un organismo sancionador de la Memoria (la de ellos), como quiere el de la mansión de Galapagar, para cerrarle la boca a cualquiera que hable bien hasta de los Planes de Desarrollo de los sesenta que crearon en España la clase media que va desapareciendo poco a poco ahora, Y que estemos todo el día con esa matraca mientras las empresas del brexit se van a Alemania y Francia, pues ya me dirán.