Querido Joan,te escribo esta carta, desde Mallorca, unas horas después de haber conocido la triste y desoladora noticia de que has dejado este mundo físico, dejándonos huérfanos de tu interminable sonrisa, y de tu asombrosa vitalidad.

Personalmente, tengo la fortuna de contar con personas en mi familia, llenas de vitalidad con edades bien avanzadas. Con esta experiencia personal, creo que no exageraré en absoluto si digo que tu personalidad vitalista y entusiasta es extraordinaria y dificil, muy difícil de encontrar.

Para mi familia, mi marido y para mí, se va un amigo y una persona fundamental en nuestras vidas.

Permíteme Joan, decir a los lectores que no me conocen, que la mayor parte de mi carrera profesional se ha desarrollado en la radio, en Mallorca, en Madrid y los primeros años, en mi querida Eivissa. Tuve la inmensa suerte de empezar, y de aprender,siendo muy muy joven, en un universo increíble en el que brillaban la elegante profesionalidad de Joan Serra, la simpatía de Lourdes Costa y José Manuel Piña, la sensibilidad y creatividad de Pep Costa, tu querida, imponente y maravillosa Maribel, Maribel torres, con la voz más plena y descomunal que se ha escuchado en estas tierras.....y más compañeros y compañeras que iban llegando, Carles, Chus, Sonia.....Los recordamos a todos. Pues bien, amigo mío, en ese universo,( y lo digo después de conocer diversas y variadas comunidades de la profesión), lleno de energía y profesionalidad,por si faltaba algo, aparecías tú, con tu inacabable sonrisa, tu alegría pura y tu desbordante entusiasmo por la radio, por tus Pitiusas, por la vida. El lugar era Radio Popular de Ibiza, ahora Cope.

Y aquí vuelvo a la persona fundamental que he comentado hace unas líneas...Fundamental en mi formación como locutora de radio y presentadora de programas y también en mi vida personal.

Querido amigo, deja que les diga a los lectores y lectoras, la inmensa suerte que supone, aterrizar en unos estudios de radio, en los que una de las figuras de responsabilidad, te recibe con calidez y con respeto, con unas ganas de trabajar absolutamente contagiosas y con un derroche de creatividad...para mí fue determinante, para dejar atrás una formación y un trabajo de actriz, que hasta entonces venía desarrollando en Madrid. Mis sueños se desplazaron,y mi destino cambió. Por supuesto que muchas variables influyen. Pero cuando cumplimos años, es cuando descubrimos el valor real de la influencia que las personas tienen en nuestra vida. Y tu influencia fue esencial en esa etapa de nuestras vidas. Cómo no serlo, si llegabas cuando yo estaba, por ejemplo, en mi turno de radio, y de pronto, sin mediar palabra lanzabas: ¿Eres feliz? ¡¡Y quién se atrevía entonces a decir que no!! ¡¡Si tu alegría y tu sonrisa definitiva eran contagiosas!! Si de pronto venías, una mañana, o una tarde,de caminar la isla trabajando y proponías con una ilusión envidiable un proyecto al que no podía negarme, ¡de ninguna manera! «¡Elisa! ¿quieres que hagamos tal programa? Podríamos empezar pronto , ¿te apuntas?»

Eran la pasíón por el trabajo y la vida misma llamando a la puerta. Nunca, en mi carrera profesional, ni en la radio, ni en el teatro , ni en el mundo fascinante del arte, me he encontrado un ser humano como tú, Joan, con esta prodigiosa mezcla de intensidad en el trabajo, de generosidad, determinación y cariño . Y qué decir de tu confianza en el trabajo de los demás; permitías que cada uno diéramos lo mejor de nosotros, con libertad, con creatividad y con mucha, mucha alegría.... En esas largas horas de trabajo en donde poniamos voz a los sueños....Tengo tu imagen bien fresca, como si hubiera sido ayer, al otro lado del cristal, de pie, sonriendo y desbordante de energía manejando los platos de discos y los botones de grabación sin descanso...y sin una mala cara, jamás. Los que poníamos la voz podíamos turnarnos, tú seguías allí, horas y horas, y horas.... Tengo que insistir en que lo más determinante, era tu gran seriedad a la hora de trabajar, con un respeto formidable por los que poníamos voz a los sueños de la radio y ese profundo y contagioso amor por el trabajo.

Tengo una miríada de momentos de intenso trabajo compartidos contigo.
Comprenderás, que quedase cautivada por la radio, y renunciase, hasta hoy, a mi camino en el teatro y la interpretación. Después de aquellos años intensos, continué desarrollando mi profesión en mi querida Mallorca.

He dicho fundamental también en mi vida personal, ¿verdad? Muy sencillo, podemos decir que prácticamente, lo sabes Joan, me presentaste,una mañana de domingo y de trabajo en la emisora, a un periodista catalán que se convertiría en mi marido, en el amor de mi vida. ¡Cómo disfrutabas con el amor! La manera que tuviste, Joan, de presentarnos, ¿te acuerdas?, no pudo ser más radiofónica; en directo, a través de la radio, yo presentando mi programa, y Jordi Jiménez interviniendo, desde Cataluña, narrando un acontecimiento deportivo....Y por supuesto, todo ello aderezado con gracia y chispa, puesto que la vida es diversión y trabajo, tarea y alegría, ¿verdad querido Joan? Nunca olvidaré ese momento mágico, en el que tú, Joan , me miraste,al escuchar la narración de Jordi, y me dijiste; «¡¡Este periodista es diferente!!» y yo asentí con esa grata sorpresa que se siente al reconocer la excelencia. Esa complicidad generosa, Joan, cuantas veces la hemos recordado en mi familia! Lo demás lo dejaremos para nuestro recuerdo, junto con mi querida Maribel, tu complemento absoluto; una perfecta combinación de fuerza,de delicada sensibilidad, inteligencia y capacidad de trabajo en esta impresionante mujer. ¡Juntos podíais convertir el planeta en una inmensa radio! ¡Esa era la energía vital que transmitíais! Te puedo asegurar que vuestro amor e ilusión por la vida, eran también contagiosos.

Me falta decir, también lo sabes amigo, que Maribel se convirtió en una persona importantísima en mi vida y una amiga irrepetible para mí.

Por todo ello, y más que no da tiempo a contar, mi marido Jordi Jiménez, mi familia y yo, sentimos un profundo amor por tí y por Maribel, que irá más allá del tiempo y del espacio. A tus hijos,a tu amada familia, les enviamos todo nuestro cariño. Dejando a un lado nuestra pena por no poder compartir más momentos contigo,Joan, persiste la profunda tristeza por no poder contemplarte en una larga vida, que tanto te merecías. Espero, de corazón, que tu existencia, tu energía se expanda por esas dimensiones ignotas, que seguro te atreverás a transitar con valentía y amor.

Gracias querido amigo Joan, por irradiar, con tanta generosidad, tu luz.
¡¡¡ Qué afortunados ahora los que están contigo !!!