La Televisió d’Eivissa i Formentera (TEF) lleva desde 1996 acercando la realidad y la actualidad de nuestras islas a los hogares de las Pitiusas. Una época en la que podíamos contar con los dedos de las manos los canales de televisión a nuestra disposición, nada que ver con la oferta televisiva de ahora. Entonces, los fundadores de TEF decidieron que la televisión local debía dirigirse a sus telespectadores en catalán, la lengua propia de esta tierra. Una decisión que más de dos décadas y una crisis económica global después sigue manteniéndose cuando lo fácil y lo que empresarialmente convendría sería hacerlo en castellano. Un hecho del que pueden y deben presumir los propietarios de esta televisión, a quien nadie les ha regalado nada.

Que la TEF haya quedado excluida de la primera línea de ayudas públicas que el Govern balear pone en marcha por primera vez para medios audiovisuales para la promoción en catalán no tiene razón de ser ya que es el único medio privado pitiuso que se expresa en esta lengua. Sí, es evidente que la TEF no cumple con los parámetros exigidos para recibir tal subvención, aspecto que ya se sabía cuando se redactaron las bases. Y lo que tampoco tiene sentido es que la única televisión que sí recibirá la ayuda tenga su página web escrita en castellano. Té collons!, que diríamos en casa.

Aprovecho para saludar afectuosamente a los que se han alegrado por la no concesión de la subvención a la TEF y que presumen a diario de ser los salvadores del catalán: vuestro silencio os hace cómplices y sólo queréis que la TEF y Periódico de Ibiza y Formentera desaparezcan para que nadie os lleve la contraria. Así os va.