Es difícil formarse una opinión sobre el proyecto de Presupuestos Generales que el Gobierno de Sánchez ha llevado al parlamento sin contar con los apoyos necesarios para sacarlos adelante, por el momento. Y es dudoso que llegue a contar con ellos en algún momento, aunque tratándose del secretario general del PSOE nadie podrá verle arrojar la toalla, cosa que jamás nadie le ha visto hacer. Si uno atiende a las palabras de Catalina Cladera respecto a la caída en la inversión del Estado en Balears en unos 20 millones, está claro que hay descontento e insatisfacción. Si se está a las palabras del diputado Pere Joan Pons, las inversiones previstas son «un punto de partida» aunque comparte las reivindicaciones de muchas entidades para que se mejore la inversión territorial. Si la referencia es la diputada ibicenca Sofía Hernanz, estos presupuestos no solo no disminuyen la inversión, sino que la aumentan en un 28 %, lo cual es verdaderamente llamativo. Para ella y para todo el PSOE de Eivissa, estamos ante las mejores cuentas públicas de los últimos ocho años. No se sabe para quién, pero no parece el sentir general en Balears.

Debemos agradecer la sinceridad, porque si son tan buenos (aunque bien que criticaron los últimos presupuestos de Rajoy y Montoro), está claro que cualquier atropello les parecerá disculpable siempre que sea perpetrado por un Ejecutivo socialista, como es el caso. Así pues solo podemos ir de mal en peor. Y aunque desde Podemos se rasguen las vestiduras, está por ver que Juan Pedro Yllanes y Mae de la Concha voten en contra. De tal modo que nos hallamos nuevamente con unos representantes de Balears en el Congreso dispuestos a bendecir con su voto sumiso lo que les manden sus superiores en Madrid. Aquí, la disciplina de voto solo se rompe si se trata de votar en contra de aplicar el 155, como nos demostró el expresident Francesc Antich en el Senado, que se ausentó para no darle al botón. O para no investir presidente a Rajoy, como hicieron Hernanz y Pons. Ahora lo descartan.

Los socialistas afean ahora a los diputados del PP que vayan a votar en contra de subir las pensiones y el salario mínimo. Incluso el sueldo de los funcionarios, aunque esta medida la pactó con los sindicatos el PP de Rajoy. Para defender las bondades de unas cuentas que son un oprobio para Balears nos hablan del descuento de residente. Sí, ese que ellos votaron en contra y que ahora se atribuyen. Así no hay quien se aclare.