El pasado viernes 25 de enero en el Consell d’Eivissa organizamos una jornada sobre las nuevas subvenciones del Govern Balear para las energías renovables y puntos de recarga de vehículos eléctricos. El salón de Plenos estuvo abarrotado, incluso hubo gente que se quedó de pie o sentada en el alféizar de los ventanales, y eso a pesar de que coincidía con los días grandes de FITUR en Madrid.

Pequeños empresarios, hoteleros, instaladores, ecologistas y activistas llenaron la sala porque de repente se respira un aire nuevo, se percibe una sensación de oportunidad tras los años plomizos e infaustos del impuesto al sol y del boicot sistemático y aparentemente absurdo a las renovables perpetrado por el retrógrado y corrupto gobierno del PP, cuya banda sonora era el murmullo casi sofisticado de unas lujosas puertas giratorias pivoteando sin parar sobre sus mullidas moquetas. No sería la primera vez que la música revele el sentido profundo de una película.

Gracias a la nueva regulación y a la derogación del impuesto al sol impulsada por el nuevo Gobierno estatal apoyado por Podemos, se ha generado una enorme expectativa. Se ha instalado la sensación de estar ante una oportunidad histórica para un cambio de modelo energético que es también una enorme oportunidad de negocio.

Nos acercamos a un marco regulatorio del sector eléctrico que por fin se parece (sin todavía igualarlo) al marco de los países más avanzados de nuestro entorno, gracias a la introducción del ‘balance neto’, que permitirá a los particulares y a las empresas inyectar en la red la energía renovable sobrante que produzcan, y que se les descuente de la factura mensual.

Así dejaremos de ser los últimos de la cola, dónde nos había colocado el anterior gobierno de España, y empezaremos a recuperar la posición puntera que merecemos en el sector de las renovables pese al gran retraso que hemos acumulado durante los años sombríos en los que el Gobierno del PP hizo el ridículo intentando eclipsar el sol.

Junto con la simplificación burocrática de la tramitación y el abaratamiento imparable de la tecnología fotovoltaica y la progresiva bajada de la tecnología de la acumulación (baterías de Litio), el ‘balance neto’ será la clave para que el sector experimente un incremento exponencial, dando lugar a una verdadera revolución energética que, si la regulamos bien, puede suponer una democratización de la energía y un importantísimo abaratamiento de las facturas, con todo lo que supone esto a nivel social para las familias y también para la competitividad de nuestras empresas nacionales.

Desde Podemos Eivissa, consideramos que Ibiza es el lugar ideal para liderar la transición energética a las renovables y a la movilidad eléctrica, por el tamaño de nuestra isla, por las horas de sol de las que disfrutamos, y para preservar y potenciar el mayor valor de nuestra oferta turística: el entorno, el paisaje, la belleza y, en resumen, el espíritu específico y único de nuestra tierra.

Producir localmente energía gratuita, ilimitada y limpia, significa reinvertir aquí, en empresas instaladoras, en salarios y en calidad de vida, gran parte del dinero que hoy en día estamos gastando para pagar los combustibles fósiles que necesitamos para producir electricidad en Ibiza, aproximadamente unos 350 millones de euros anuales. Esta cantidad se refiere solo lo que nos cuesta la producción de electricidad, y no incluye a los combustibles fósiles para los vehículos o las calderas de calefacción. Todo ese dinero, si logramos producir aquí la energía que consumimos, y si logramos electrificar progresivamente nuestro parque de vehículos, se quedará aquí, en nuestra isla, en forma de ingresos para las empresas instaladoras o de mantenimiento, en forma de salarios para los trabajadores, que tendrán además un empleo para todo el año, o en forma de ahorros para las familias y de mayor competitividad para las empresas.

Además se elimina la contaminación, se mitiga el cambio climático, y se evita el riesgo de derrames de fuel o petróleo que podrían ser fatales para nuestro medio marino y para la industria turística asociada.

Es claramente un ‘win win’. Solo a unos poquísimos privilegiados de las grandes eléctricas y petroleras les puede interesar que se mantenga este Status Quo tan lamentable. Apostar por las energías renovables tiene que ver con ser auténticamente patriotas, porque fomenta la soberanía energética y aprovecha un recurso tan abundante como es el sol en España, abarata la factura mensual de las familias (actualmente de las más caras de Europa), y hace nuestras empresas más competitivas. La competición virtuosa debería tener que ver más con quién tiene las placas solares más grandes, y no tanto con quién tenga la bandera más grande.

Sabemos muy bien que, cuando nos dirigimos a los empresarios (ya sean grandes y pequeños), eso de la patria o del medio ambiente no tiene por qué estar entre sus prioridades. La tarea de un empresario responsable es cuidar la viabilidad de sus negocios y de los puestos de trabajo que de ellos dependen. Pero lo cierto es que la transición energética a las renovables interesa, y mucho, también a nivel económico: se amortiza, sin subvenciones, en 5 años de media. Con las subvenciones del 40% para empresas (y del 50% para particulares) que están en vigor, estos tiempos de amortización se reducen a poco más de la mitad, y a partir de ese momento todo es ahorro, ya que las placas solares tienen una garantía de funcionamiento durante 25 o 30 años.

La bajada en gastos energéticos para las empresas es muy notable: el agua caliente y la climatización son dos de los mayores gastos energéticos y se reducen casi a cero porque se concentran en verano, que es cuando disponemos de más horas de sol.

La planta hotelera y todo el sector turístico tienen un potencial enorme en esta transición.
Además del ahorro directo, está el aspecto también muy importante de la imagen de Ibiza que proyectamos. La imagen y la marca son cada vez más fundamentales en nuestra sociedad. Disponer de cada vez más energía renovable de producción local puede llegar a ser una de las banderas de nuestra promoción turística, un orgullo que toda la ciudadanía ibicenca sienta como propio: nos permitirá ofrecer un producto todavía más atractivo y sostenible, llegando a atraer a un nuevo nicho del mercado global que está destinado a crecer: cada vez más personas eligen sus vacaciones o su segunda residencia teniendo en cuenta el medio ambiente y la sostenibilidad del destino, e Ibiza podrá liderar este nuevo sector.

Por todas estas razones desde Podemos hemos negociado con el Govern que los presupuestos de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares ara 2019 contemplen una subida histórica del dinero para transición energética. Y así vamos a seguir, con cada vez más impulso y determinación, si la ciudadanía decide que gobernemos durante la próxima legislatura.